La secretaria de Estado adjunta de EEUU para Asuntos Políticos, Victoria Nuland, reconoció el 8 de marzo que en Ucrania hay "instalaciones de investigación biológica" y que a Washington le preocupa mucho que las tropas rusas se hagan con el control de las mismas. Según Nuland, EEUU está trabajando con Ucrania para evitar que algunos de estos materiales de investigación caigan en manos de las fuerzas rusas.
Para el embajador ruso, "es un testimonio de que EEUU teme que los patógenos almacenados en esas instalaciones caigan en manos de expertos rusos". "Se confirmaría en este caso que Ucrania y EEUU violan la Convención sobre las armas biológicas y toxínicas", opinó Antónov, citado por la legación rusa en la red social Telegram.
Durante la operación que Rusia lleva a cabo en Ucrania, según el diplomático, se descubrió que "el régimen de Kiev" intenta eliminar los rastros de su programa de biología militar y destruir los patógenos más peligrosos, entre ellos los de la peste, el carbunco, la tularemia, el cólera y otras infecciones letales. Según Antónov, el cliente de las obras ejecutadas por laboratorios biológicos en Ucrania es el Pentágono.