Saludos

Yo, Pablo, esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo, escribo esta carta, fui enviado para proclamar fe a los que Dios ha elegido y para enseñarles a conocer la verdad que les muestra cómo vivir una vida dedicada a Dios.
 Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios —quien no miente —les prometió antes de que comenzara el mundo y ahora, en el momento preciso, él dio a conocer este mensaje, que nosotros anunciamos a todos. 
Es por mandato de Dios nuestro Salvador que se me ha confiado esta tarea para él.
Le escribo a Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos. Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador te den gracia y paz.