En medio de la escalada de tensiones entre Rusia y los países de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) por la presencia de la Alianza en las fronteras rusas, Moscú ha priorizado el fortalecimiento de sus Fuerzas Armadas.
Según el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, las tres prioridades del desarrollo de las Fuerzas Armadas del país para defender la soberanía ante posibles amenazas extranjeras son: el crecimiento de la capacidad combativa de las tropas, fortalecer sus fuerzas nucleares, y el aumento del potencial de las fuerzas de disuasión convencionales.
“La difícil situación político-militar en el mundo y el aumento de la actividad de los países de la OTAN cerca de las fronteras rusas dictan la necesidad de un mayor desarrollo cualitativo de las Fuerzas Armadas”, ha dicho Shoigu en una reunión sostenida este miércoles con la cúpula militar rusa.
Es más, el ministro ha calificado de necesario mantener una moderna infraestructura de apoyo militar basada en un desarrollo equilibrado de las Fuerzas Armadas, para luego aseverar que para lograr tal objetivo, Rusia se ha concentrado este año en la construcción de varias instalaciones para las fuerzas de disuasión, la implementación de los nuevos armamentos recibidos por los militares y el perfeccionamiento de la red de aeródromos, del conjunto de bases de la Armada y la infraestructura de la agrupación ártica.
Asimismo, ha hecho hincapié en que el país euroasiático continuará proveyendo armas de alta precisión y otro equipamiento moderno al Ejército, como parte de un ambicioso programa de rearme, el cual, según las autoridades rusas, ha modernizado hasta la fecha el 70 % del armamento del Ejército, el 86 % del arsenal estratégico, así como un índice significativo de los misiles hipersónicos.
La OTAN, encabezada por EE.UU., y sus aliados occidentales han aumentado su presencia militar en las fronteras rusas, donde realizan actividades desestabilizadoras de manera activa y persistente, ignorando las reiteradas advertencias de Rusia.
Ante esta coyuntura, Rusia sigue avanzando su capacidad de combate, al recalcar que el fortalecimiento de su poderío militar no se considera amenaza hacia países terceros, y solo se utilizará para autodefensa en el caso de que cualquier Estado viole su soberanía nacional.