Estados Unidos se está preparando para la temporada de influenza y el gobierno hizo el jueves un llamado a los ciudadanos para que se vacunen contra esta enfermedad y también contra el COVID-19.
“Lo entiendo: todos estamos cansados de escuchar sobre vacunas”, dijo la directora de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), doctora Rochelle Walensky. Pero vacunarse “es doblemente importante que este año”, agregó la funcionaria, quien se inoculó a inicios de la semana como lo hace cada año desde que estudiaba Medicina en 1995. “Nos estamos preparando para el regreso de la influenza”.
Los casos de influenza cayeron a niveles históricos en todo el mundo debido a la pandemia, a medida que las restricciones por el coronavirus ayudaron a impedir la diseminación de este y otros virus, pero con la apertura de escuelas y negocios, la reanudación de los vuelos internacionales y una disminución en el uso de las mascarillas, no hay forma de predecir qué tan mala será la temporada de influenza para Estados Unidos en el invierno.
Los funcionarios estadounidenses están preocupados porque un virus respiratorio diferente, llamado RSV, que generalmente ataca a los niños en el invierno, reapareció el verano pasado tan pronto como la gente comenzó a dejar de usar cubrebocas.
“¿Es eso un presagio de una peor temporada de influenza? No lo sabemos, pero ciertamente no queremos una pandemia gemela, tanto de COVID como de influenza”, dijo el doctor William Schaffner, de la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas.
Los CDC recomiendan una vacuna anual contra la influenza para casi todas las personas, a partir de los 6 meses de edad. La influenza es especialmente peligrosa para los adultos mayores, los niños menores de 5 años, las personas con problemas de salud crónicos como diabetes, asma o enfermedades cardíacas y durante el embarazo.
El otoño pasado, casi la misma cantidad de estadounidenses en general se vacunaron contra la influenza como antes de la pandemia: casi la mitad de la población elegible, según los datos de los CDC publicados el jueves, pero hubo una caída leve en las vacunas contra la influenza infantil el año pasado y entre la población hispana y negra. El año pasado, el 43% de la población afroestadounidense y el 45% de la hispana se vacunaron contra la influenza en comparación con el 56% de la población blanca.
Los CDC esperan que los fabricantes de vacunas entreguen entre 188 millones y 200 millones de dosis contra la influenza.