Deuteronomio 18:10-11
Dios advirtió a Su pueblo Israel contra cualquier afición al mundo de lo oculto. Todas las actividades que forman la lista en los versículos de hoy están relacionadas con el demonismo y deben evitarse.
La advertencia es tan aplicable para los creyentes de hoy como lo fue para los del Antiguo Testamento. La adivinación incluye el uso de la bola de cristal, la clarividencia, la lectura de la mano, la frenología, la lectura en la taza del café y cualquier esfuerzo similar para predecir el futuro.
Un agorero es un astrólogo, es decir, el que observa la posición de las estrellas y planetas para predecir su influencia en los asuntos humanos. El horóscopo diario que aparece en los periódicos y las revistas es astrología, ya que usa los signos del zodiaco.
Un sortílego es aquel que influencia a los demás por medio de hechizos y conjuros.
Un hechicero es aquella persona que adquiere y ejerce poder sobrenatural a través del contacto con los demonios. Estos contactos son esencialmente malos y dañinos.
Un encantador es uno que pronuncia reprensiones o maldiciones sobre los demás y que tiene el poder demoniaco para hacer que sucedan. (Tales maldiciones no tienen efecto sobre los creyentes).
Los adivinos son médiums que pueden hacer contacto con el mundo de los malos espíritus. Estos espíritus a menudo se hacen pasar por parientes muertos de aquellos que los consultan.
Un mago es la persona que emplea las artes mágicas en el reino del espiritismo. En ocasiones “mago” es la forma masculina de la palabra “bruja”.
El que consulta a los muertos es el que afirma conjurar a los espíritus de los muertos para revelar el futuro o influenciar en eventos.
Los cristianos deben evitar a todos éstos y también aquellas manifestaciones modernas del espiritismo tales como el yoga, la meditación transcendental, el Hare Krishna, sesiones de espiritismo, magia negra, magia blanca, hipnotismo, adivinación por medio del agua, sanidad espiritista, numerología y oraciones a los muertos. También es necesario saber que todos estos elementos forman el repertorio de los espiritistas: drogas que expanden la mente, el tablero de Ouija, juegos de cartas, el Tarot, dados, pendientes y medallones, amuletos, dominós, varas y huesos (cuando se usan con propósitos místicos).