
Tras evaluar los cerebros de 949 personas, los expertos concluyeron que las conexiones masculinas están más diseñadas para favorecer acciones coordinadas y las percepciones; por otro lado las femeninas favorecen el procesamiento de información y la intuición.
Los individuos analizados tenían entre ocho y 22 años de edad, lo cual permitió que los científicos notaran que en años inferiores a los trece, las mencionadas diferencias eran mínimas.
Según los autores, esta investigación demuestra la teoría de que la diferencia entre el comportamiento masculino y femenino tiene un basamento neuronal.
Para llegar a estas conclusiones, el estudio empleó imágenes de resonancia magnética realizadas con tensores de difusión y los especialistas dividieron a los participantes según su rango de edad en niños, adolescentes y adultos.
Estudios previos señalan que las conexiones cerebrales son miles de millones y resultan tan complejas que aún no se ha identificado la función que realizan muchas de ellas.