El portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, Patrick Ryder, declinó confirmar que la Administración estadounidense tendría tiempo de gastar todos los fondos restantes de la ayuda a Ucrania antes de que el actual jefe de Estado, Joe Biden, deje su cargo.
Ryder añadió que el Pentágono seguiría trabajando para gastar 2.210 millones de dólares destinados a contratos de suministro de nuevas armas a Ucrania, así como 6.800 millones de dólares para dar de baja armas de los almacenes estadounidenses.
Para gastar todos los fondos restantes en armamento y transferirlos a Kiev, el volumen de entregas debería superar los 110 millones de dólares diarios, es decir, un total de unos 3.000 millones de dólares en diciembre y enero.
Rusia asevera que el suministro de armas a Ucrania obstaculiza la solución, implicando directamente a los países de la alianza transatlántica en el conflicto.