Tras seis meses de ofensivas militares, el jefe del estado mayor del ejército israelí, Herzi Halevi, reconoce que Israel no ha alcanzado sus objetivos en Gaza.
El domingo, el ejército israelí anunció la retirada de la mayor parte de sus tropas del sur de Gaza tras cuatro meses de combates en la ciudad de Jan Yunis. Los medios de comunicación han planteado muchas hipótesis para esta decisión militar. Algunos suponen que la medida se toma ante la presión de la opinión pública israelí, otros creen que el ejército se vio obligado a abandonar esta zona por alta cifra de bajas en los combates terrestres.
Ante tal coyuntura, la cúpula militar israelí se esfuerza por imponer la versión de que la retirada no significa el fin de la guerra.
En esta línea, el jefe del estado mayor del ejército israelí sostuvo el domingo que la ofensiva militar contra la Franja de Gaza dista mucho de haber terminado. “La guerra en Gaza continúa y estamos lejos de detenerla. Altos cargos de HAMAS siguen escondidos”, afirmó Halevi y agregó que el ejército continuará la batalla para llegar a donde están los altos mandos de la milicia élite palestina.
En un intento de calmar el descontento social sobre la prolongación de la guerra —que el domingo cumplió seis meses— y el mal manejo del conflicto por parte del gabinete extremista israelí, el máximo titular del ejército del régimen recalcó que hay un largo camino por delante. “Cuando inicialmente fuimos a la guerra, sabíamos y dijimos que llevaría mucho tiempo alcanzar los objetivos”, detalló.
Admitió que pese a algunos “avances” en los combates en Gaza, “los objetivos aún no se han alcanzado plenamente”.
El jefe del estado mayor del ejército israelí, Herzi Halevi. |
Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, al declarar la guerra en Gaza el 7 de octubre, marcó como dos principales objetivos la aniquilación del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) y la liberación de los retenidos israelíes en Gaza.
A pesar de que el régimen sionista afirma haber destruido “toda la capacidad de combate y destruido depósitos de armas y gran parte de la munición” de la Resistencia palestina en Gaza, sobre todo la de mayor calibre, los combatientes palestinos siguen obligan a los militares israelíes a combatir en áreas que creían “seguras”. Según confirman las autoridades israelíes, la Resistencia palestina sigue disponiendo a miles de combatientes y la mayor parte de su red de túneles, llena de armas, sigue siendo intacta.
El domingo, horas después de la retirada del grueso del ejército israelí del sur del enclave mediterráneo, se dispararon una andanada de cohetes desde la ciudad de Jan Yunis hacia algunos objetivos militares israelíes y colonias cercanas a Gaza, una prueba de la alta capacidad de la Resistencia palestina para continuar el combate.
La brutal campaña de agresiones de Israel en Gaza se ha cobrado casi 33 200 vidas civiles en Gaza y ha desplazado a más del 70 por ciento de la población del enclave. La catástrofe humanitaria causada en la Franja ha hecho que el régimen sionista pierda el apoyo internacional y sufra un aislamiento sin precedentes. A pesar de que Netanyahu prometió hace seis meses una “victoria total” sobre HAMAS, el objetivo parece cada vez más imposible.