Washington no notificó a Bagdad de los ataques aéreos estadounidenses lanzados el pasado viernes contra objetivos en el territorio de Irak, según reconoció el portavoz de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, quien inicialmente afirmó que el Gobierno iraquí había sido advertido con antelación de la operación.
"Ofrezco disculpas por el error y lamento cualquier confusión que haya podido causar", dijo en su intervención durante una conferencia de prensa este martes, argumentando que se había basado en la información que le habían proporcionado en las primeras horas tras los bombardeos. "Resulta que esa información era errónea. Y desde luego lamento este error. Y espero que entiendan que no había mala intención detrás, ni intención deliberada de engañar o equivocarse", afirmó.
La confesión de Kirby se produjo después de que el día anterior el portavoz adjunto del Departamento de Estado de EE.UU., Vedant Patel, se pronunciara sobre el asunto. En una rueda de prensa se le pidió que comentara el hecho de que las autoridades iraquíes aseguraban que no habían sido informadas de los ataques.
"Así que Irak, como todos los países de la región, comprendió que habría una respuesta tras la muerte de nuestros soldados. En cuanto a la respuesta concreta del viernes, no hubo notificación previa. Informamos a los iraquíes inmediatamente después de que tuvieran lugar los ataques", declaró.
El viernes 2 de febrero, el Mando Central de las Fuerzas Armadas de EE.UU. (CENTCOM) anunció que sus fuerzas lanzaron ataques aéreos contra más de 85 objetivos de la Fuerza Quds de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y de milicias afiliadas en Siria e Irak.
Como consecuencia, los bombardeos estadounidenses contra la provincia iraquí de Anbar, situada en el oeste del país, dejaron 16 muertos y 25 heridos entre los integrantes de la 13.ª Brigada Al Tafuf de la milicia popular. A raíz de ello, el primer ministro del país, Mohammed Shia Sabbar al Sudani, declaró 3 días de luto nacional por las víctimas.
Entonces, el portavoz del Gobierno iraquí, Bassem al Awadi, subrayó que no se produjo ninguna coordinación previa entre Bagdad y Washington respecto a los ataques contra la gobernación de Anbar, que calificó de "agresión contra la soberanía de Irak". "La parte estadounidense falseó deliberadamente los hechos al anunciar que hubo una coordinación previa para cometer esta agresión, lo que es una afirmación falsa destinada a engañar a la opinión pública internacional", enfatizó, agregando que EE.UU. pretendió desvincularse de esta forma de la responsabilidad legal por su "crimen", que no autoriza ninguna ley internacional.