La estimación tiene en cuenta también la demanda de los mercados extrabursátiles (OTC), cuyas inversiones respaldaron el alto precio promedio anual de oro jamás registrado —de 1.940,54 dólares por onza—, y de otras fuentes.
Las compras masivas de los bancos centrales contribuyeron al incremento de la demanda del metal precioso. El Consejo Mundial del Oro destacó que "la racha de compras de los bancos centrales continuó en 2022 a un ritmo vertiginoso" y el año pasado la demanda alcanzó 1.037 toneladas, convirtiéndose en la segunda más alta jamás registrada, con un descenso de solo 45 toneladas respecto al año anterior.
"La inquebrantable demanda de los bancos centrales ha vuelto a respaldar la demanda de oro este año y ha contribuido a compensar la debilidad en otras áreas del mercado, manteniendo la demanda en 2023 muy por encima de la media móvil de diez años", señaló la analista senior de mercados del Consejo Mundial del Oro, Louise Street.
"Además de la política monetaria, la incertidumbre geopolítica suele ser un motor clave de la demanda de oro, y en 2024 esperamos que tenga un impacto pronunciado en el mercado", vaticinó Street. "Es probable que los conflictos en curso, las tensiones comerciales y las más de 60 elecciones que se celebrarán en todo el mundo animen a los inversores a recurrir al oro por su demostrado historial como activo refugio", estimó.