La verdadera bienaventuranza 11:27-28

Mientras él hablaba, una mujer de la multitud exclamó: ¡Que Dios bendiga a tu madre, el vientre del cual saliste y los pechos que te amamantaron!
Jesús respondió: Pero aún más bendito es todo el que escucha la Palabra de Dios y la pone en práctica