Desde que se dio a conocer el cartel que anuncia la tradicional Semana Santa 2024 en Sevilla, España, se ha desatado una intensa polémica entre quienes avalan la imagen y los que la consideran una blasfemia.
Los férreos detractores del cartel sobre la festividad, que se desarrollará entre el 24 y el 31 de marzo, incluso han hecho una petición en línea que exige su retirada, y que ya ha recogido más de 9.000 firmas.
La polémica pieza fue presentada el pasado sábado por el Consejo de Hermandades de Sevilla, el órgano encargado de la regulación del conjunto de procesiones de la Semana Santa de la capital andaluza.
El cuadro pertenece al artista sevillano Salustiano García, de 59 años, reconocido a nivel internacional y cuyas obras se exponen en museos de países como Alemania, Reino Unido, Francia o EE.UU., entre otros.
El resultado del encargo que le realizó el Consejo de Hermandades no ha sido una sorpresa para cualquiera que conozca su obra, caracterizada en sus últimos tiempos por figuras pálidas sobre un fondo rojo, tal y como ha plasmado en esta ocasión al Cristo resucitado.
Así, la polémica se centra en la imagen de un Jesús que refleja "la parte luminosa de la Semana Santa", tal y como indica el autor, que tomó como modelo a su propio hijo. "Mi Cristo luce joven y bello. Joven, como metáfora de pureza: así se ha mostrado a la Virgen María en la historia del arte, casi como una adolescente. Y bello porque, me remito a Platón, belleza y bondad son la misma cosa", explica el artista.
Sin embargo, la obra ha generado muchísima polémica y las redes sociales se han llenado de críticas, muchas de ellas con un trasfondo homófobo, llegándose a afirmar de que se trata de una obra más propia del orgullo LGTBIQ+ que de unas fiestas religiosas.
Entre los detractores se ha calificado la obra de "feminizada", "insulto a los cristianos", "ofensiva" o "blasfema". El Instituto de Política Social, una organización ultraconservadora en defensa de la familia y con valores católicos, considera que se trata de "un Cristo sexualizado y amanerado", lo que constituye a su parecer "una ofensa grave".
Sin embargo, la opinión en el mundo cofrade no es unánime. Otras personas contemplan la pintura como una gran obra de arte y defienden que apenas se ha movido de la imagen clásica del Cristo resucitado.
Por su parte, Salustiano ha defendido su obra afirmando que no se trata de un cuadro "revolucionario" y que su intención era hacer un cuadro "amable y respetuoso". "Todo lo demás que ha salido pienso que es fruto de la incultura, de no saber nada, de no haber estado nunca en un museo, incluso, imagino, que en ninguna iglesia", ha dicho el artista en una entrevista.
"Si alguien ve en mi cuadro algo sucio, es su propia suciedad interna la que está proyectando en el cuadro", alega el pintor, tras asegurar que es "fiel a las tradiciones" y a la religión en la que nació y creció, y que "todo eso está en el cuadro".
Como toda polémica que se hace fuerte en X, la antigua Twitter, la red se ha inundado de un buen número de memes. Algunos usuarios lo han hecho desde el punto de vista de una controversia que consideran artificial y otros aludiendo a la crítica de que parece un Jesús demasiado joven.
Asimismo, usuarios se centraron en la desnudez del Cristo, algo profusamente documentado en la iconografía religiosa de los grandes artistas en los últimos cinco siglos, mientras que hay quien ha querido poner el foco en el doble rasero de quienes defienden ciertas tradiciones en algunas ocasiones, y no en otras.
Pero muchos, dejando atrás el lenguaje tuitero gracioso o mordaz, se han querido centrar en que el cartel respeta la tradición de representación del Cristo resucitado, comparando la imagen de Salustiano con la de grandes y conocidos pintores.
A pesar de que el sector crítico ha lanzado sus dardos contra la juventud del modelo representado, la desnudez o el color demasiado blanco de la piel, lo que más ha molestado es que muchos han percibido la figura como amanerada o directamente homosexual, algo que consideran que perturba su sentimiento religioso.