El papa Francisco ha denunciado la violencia contra las mujeres durante una misa celebrada este lunes 1 de enero en la basílica de San Pedro, situada en la Ciudad del Vaticano, coincidiendo con la festividad de María Santísima.
"Si queremos ser cristianos, debemos ser marianos, es decir, hijos de María. Y de María la Iglesia necesita, la necesita para redescubrir su propio rostro femenino, para asemejarse más a ella que, como mujer, virgen y madre, representa su modelo y su figura perfecta", declaró.
En este punto, el sumo pontífice indicó que es menester que el mundo mire a las madres y a las mujeres para encontrar la paz, para escapar de las espirales de violencia y odio, y volver así a "tener miradas humanas y corazones que ven".
"Y toda sociedad necesita acoger el don de la mujer, de cada mujer, respetarla, cuidarla, valorarla, sabiendo que quien lastima a una sola mujer profana a Dios, que nació de una mujer", añadió el papa.
Las palabras de Francisco llegan después del funeral de Giulia Cecchettin, una estudiante de 22 años que fue asesinada el pasado 11 de noviembre a manos de su exnovio en las afueras de Venecia (Italia). El caso ha generado multitudinarias manifestantes en contra de la violencia machista en el país europeo, que está sumido en una ola de feminicidios.