Un gurú del yoga tántrico y 14 personas más tendrán que rendir indagatoria ante las autoridades francesas bajo sospecha de secuestro, violación y trata de personas, aseguró una fuente cercana al caso a la agencia de noticias AFP.
Gregorian Bivolaru, de 71 años, que compareció este viernes ante un juez, fue arrestado junto con el resto de implicados el martes durante una redada en la región de París y en el sur de Francia durante la cual fueron halladas 26 mujeres, varias de ellas retenidas en contra de su libertad y viviendo en "condiciones deplorables".
Las detenciones hacen parte de una investigación iniciada por fiscales franceses en julio a una controvertida secta fundada por Bivolaru —de nacionalidad rumana y sueca— denominada Movimiento para la Integración Espiritual en lo Absoluto (MISA), que dirige varias escuelas de yoga en Europa. Un organismo gubernamental francés solicitó indagarla en 2022 luego de que un grupo de derechos humanos recopiló declaraciones de doce exmiembros.
La red, conocida como ATMAN tras expandirse fuera de Rumanía, tiene varios cientos de seguidores en el país galo. En su sitio web oficial, el grupo se describe a sí mismo como "la escuela de yoga más grande de Rumanía y de Europa" y a Bivolaru como su "mentor espiritual". En 2008, la organización fue expulsada de la Federación Internacional de Yoga y de la Alianza Europea de Yoga porque sus prácticas comerciales fueron consideradas "ilícitas", recoge otro informe de AFP.
Se cree que MISA animó a mujeres de diferentes nacionalidades a tener relaciones sexuales con Bivolaru y a "aceptar participar en prácticas pornográficas remuneradas en Francia y en el extranjero", precisó la fuente judicial consultada por AFP. Se enseñaba yoga tántrico con el objetivo de "condicionar a las víctimas para que acepten relaciones sexuales mediante técnicas de manipulación mental que buscaban eliminar cualquier noción de consentimiento", aseguró esa persona.
Los talleres estaban "dedicados exclusivamente a la satisfacción de los deseos del principal sospechoso", añadió la fuente, afirmando que se trata de "un grupo que recuerda a la mafia y al proxenetismo disfrazado de filosofía".
Por su parte, el septuagenario negó las acusaciones y dijo ser "víctima de un complot político". Asimismo, manifestó haber sido un "líder espiritual" dotado de "dones extraordinarios" y que las mujeres "lo amaban". En un comunicado, MISA tachó de "absurdos" los cargos, argumentando que el gurú ha sido objeto de "campañas mediáticas" desde los años 90 que "buscaban desacreditarlo".
Buscado por la Justicia rumana, Bivolaru huyó a Suecia, donde cambió su nombre a Magnus Aurolsson y obtuvo asilo político en 2006. En 2013, un tribunal rumano lo condenó a seis años de prisión. A principios de 2016, Francia lo arrestó y lo entregó a Rumanía. Desde entonces y hasta su detención esta semana no se sabía de su paradero. De ser condenado por secuestro, podría recibir hasta 30 años de prisión, según la ley francesa.