Pionyang considerará una declaración de guerra la injerencia con el funcionamiento de sus satélites

El Ministerio de Defensa norcoreano, citado Reuters, ha declarado este sábado que cualquier interferencia con las operaciones de satélites del país será considerda una declaración de guerra, ya que las leyes de Corea del Norte estipulan que debe movilizar su disuasión bélica en caso de que algún ataque contra sus activos estratégicos se vuelva inminente.
Además, Pionyang ha aseverado que responderá a cualquier interferencia de Washington con sus aparatos espaciales eliminando la viabilidad de los satélites espías estadounidenses.
A principios de esta semana, el embajador de Corea del Norte ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Kim Song, afirmó que Pionyang puso en órbita su satélite espía para monitorear las actividades militares de EE.UU. y sus socios y poder así "prepararse plenamente para ellas", aseverando que se trata de "un ejercicio legítimo y justo de los derechos a la autodefensa".
Por su parte, Kim Yo-jong, hermana y mano derecha del líder norcoreano Kim Jong-un, criticó este jueves las condenas del reciente lanzamiento de un satélite espía de Corea del Norte y rechazó la propuesta de EE.UU. de volver a la mesa de negociaciones. Además, aseguró que Pionyang lanzará más satélites y otras armas.
La semana pasada, la Guardia Costera nipona informó que Corea del Norte había notificado a Japón de su plan de volver a lanzar un cohete espacial, luego de dos intentos fallidos este año, para poner en órbita un satélite espía.
El 21 de noviembre, el lanzamiento del cohete portador Chollima-1 y la exitosa puesta en órbita del satélite de inteligencia norcoreano Malligyong-1 fueron confirmados por Pionyang. 
Este martes, desde Corea del Norte informaron que su satélite espía militar captó imágenes de la Casa Blanca y del Pentágono y que el líder norcoreano, Kim Jong-un, ya había visto dichas fotografías.