La investigación, publicada por Haaretz , afirmó que un helicóptero militar israelí llegó al lugar desde la base militar de Ramat David y disparó contra los combatientes de la resistencia y “aparentemente también alcanzó a algunos de los juerguistas que estaban allí”.
La misma investigación también reveló que Hamás no sabía nada del primer lugar del festival. El festival debía celebrarse el jueves y viernes. Sin embargo, el martes por la noche, el ejército israelí aprobó una solicitud de los organizadores del evento de prorrogar hasta el sábado.
364 israelíes murieron en el ataque. El ejército israelí dijo al principio que el número de muertos en la inundación de Al Aqsa se estima en 1.400 soldados y colonos israelíes y lanzó una guerra en la asediada Franja de Gaza en el contexto de la eliminación de Hamás.
Sin embargo, un par de semanas después del inicio de la ofensiva, el ejército israelí dijo que el número real de muertos era 1.200 en lugar de 1.400.
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Mientras tanto, Hamás declaró que no tenía como objetivo a civiles y que sólo mató y detuvo a soldados y colonos israelíes. También afirmó que había atacado sitios militares israelíes, básicamente siguiendo a la División Israelí de Gaza, ubicados en asentamientos cercanos.
Hamás también dijo que el objetivo principal de la operación Inundación de Al Aqsa era eliminar la División Israelí de Gaza, responsable del asedio en Gaza y de los continuos ataques contra civiles.
La División de Gaza fue responsable de la muerte de 215 manifestantes pacíficos durante las Grandes Marchas del Retorno. La unidad también fue responsable de herir a miles de manifestantes, la mayoría de los cuales fueron mutilados deliberadamente, dejándolos permanentemente discapacitados.