Los discípulos contestaron: Algunos dicen que eres Juan el Bautista, y otros dicen que eres el profeta Elías, o el profeta Jeremías, o alguno de los profetas.
Entonces Jesús les preguntó: Y ustedes, ¿qué opinan? ¿Quién soy yo?
Pedro contestó: Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida.
Jesús le dijo: ¡Bendito seas, Pedro hijo de Jonás! Porque no sabes esto por tu propia cuenta, sino que te lo enseñó mi Padre que está en el cielo. Por eso te llamaré Pedro, que quiere decir “piedra”.
Sobre esta piedra construiré mi iglesia, y la muerte no podrá destruirla. A ti, Pedro, te daré autoridad en el reino de Dios. Todas las cosas que tú prohíbas aquí en la tierra, desde el cielo Dios las prohibirá. Y las cosas que tú permitas, también Dios las permitirá.
Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no le contaran a nadie que él era el Mesías.