9. La bestia y su profeta (Ap. 13:1-18)
versículos de Apo_13:1-18 es la más cautivadora, detallada y espectacular de toda la Biblia. Sin
embargo, la apariencia del anticristo no era una nueva enseñanza para los
lectores de Juan. Juan escribió en su primera epístola que sus lectores habían
“[oído] que el anticristo viene” (1Jn_2:18). Tampoco es la primera
referencia al anticristo en las visiones de Juan en Apocalipsis; al anticristo
se le presentó en Apo_11:7 como “la
bestia” que matará a los dos testigos de Dios. Su malvada trayectoria, que
comenzó en el capítulo 11, se desarrolla plenamente comenzando aquí.
El capítulo 12 registra el
comienzo de la larga guerra de Satanás contra Dios y su pueblo. El capítulo 13
registra la culminación de esa guerra. Satanás tratará de evitar que Jesucristo
establezca su reino terrenal, tratando de establecer el suyo propio bajo el
anticristo.
Habiendo sido expulsado
permanentemente del cielo (Apo_12:9), Satanás sabrá que el tiempo que le resta es muy breve (Apo_12:12). Para dirigir su última y desesperada acometida contra Dios, le dará poder a su último
anticristo.
SIETE CARACTERÍSTICAS DEL ANTICRISTO
Los primeros versículos de este capítulo revelan
siete características de ese postrer dictador.
1. Su ascendencia
Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete
cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un
nombre blasfemo. (Apo_13:1)
La primera oración de este capítulo es la última
oración del capítulo 12, ya que concluye el relato del dragón. Aunque algunos
manuscritos griegos dicen “Me paré”, los más antiguos y confiables dicen “él se
paró”.1 La metáfora
de la arena del mar describe a las naciones del mundo (20:8). En la visión de
Juan, Satanás toma su lugar en forma dominante en medio de ellas como si fueran
su legítima posesión. Pero en realidad es un usurpador que procura la adoración
del mundo.
Luego el dragón llama al
anticristo, descrito como “una bestia que subía del mar”. La palabra “bestia”
también se emplea para describir al anticristo en Apo_11:7. Se refiere a un monstruo
salvaje y cruel, describiendo al anticristo como una personalidad feroz. La
bestia debe interpretarse como que representa un reino y una persona. La bestia
debe representar un reino, debido a la compleja descripción de ella en la última parte del versículo 1. Pero la bestia debe
representar también a una persona, ya que siempre se le describe con pronombres
personales. Daniel (Dan_7:25; Dan_8:24-25; Dan_11:36-45) y Pablo (2Ts_2:4) también describen al anticristo como una persona.
Se ha debatido mucho acerca de
lo que simboliza el mar. Tanto Apo_11:7 como Apo_17:8 afirman que la bestia surge
del abismo, es mejor igualar el mar al abismo. Esa interpretación está en armonía con el Antiguo Testamento, que también emplea la
metáfora del mar para representar actividad satánica (Job_26:12; Sal_74:13-14; Sal_89:9-10; Isa_27:1). Algunos de los demonios están actualmente en el abismo (Apo_9:1-11; Luc_8:31), y Satanás estará encarcelado en ese abismo durante el reino milenario (Apo_20:1-3).
El anticristo será un hombre (2Ts_2:4), pero en algún momento de su vida estará poseído por un poderoso demonio del
abismo. Ese hombre poseído por un demonio será un talentoso orador, un genio
intelectual, poseerá gran encanto y carisma, y tendrá un inmenso poder para el
liderazgo. Pero ninguno en la historia humana será más completamente hijo del
diablo que el anticristo. Su “semejanza familiar” con Satanás es
sorprendentemente apreciable en la descripción que Juan hace de él como que
tenía siete cabezas y diez cuernos, con diez diademas en sus cuernos. La misma
grotesca descripción se aplicó a Satanás en Apo_12:3. La descripción del anticristo subraya la importancia de los diez cuernos al
mencionarlos primero y asociar con ellos las diademas, en vez de las cabezas.
Los “cuernos” en las Escrituras
simbolizan fortaleza y poder, ambos para ataque y defensa. Aquí representan el
poder de los reyes que gobernarán bajo la autoridad del anticristo. “Diez” se
ajusta a la metáfora de la cuarta bestia en Dan_7:7; Dan_7:24, y es un número simbólico que representa a todo el poder político y militar del
mundo. El anticristo se levantará de entre esos diez (Dan_7:16-24) y no gobernará simplemente diez naciones, sino todo el mundo (Dan_7:23). A diferencia de las siete
cabezas, que representan los imperios mundiales que se sucedieron, todos los
gobernantes simbolizados por los diez cuernos dominarán
al mismo tiempo (cp. Apo_17:12).
Además de sus diez cuernos, Juan describe a la bestia
como que tenía siete cabezas. Esas siete cabezas representan a siete imperios
mundiales sucesivos: Egipto, Asiria, Babilonia, Medopersia, Grecia, Roma y el
último reino mundial del anticristo. Las diez diademas indican la regia
autoridad y el victorioso poder de los cuernos. Juan observó también que sobre
las cabezas de la bestia había un nombre blasfemo. Como muchos de los
emperadores romanos y otros monarcas antes que ellos, esos gobernantes se
atribuirán nombres y títulos divinos que deshonrarán al Dios vivo.
2. Su autoridad
Y la bestia que vi era semejante a un
leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y
grande autoridad. (Apo_13:2)
Al mirar Juan más de cerca a la bestia, vio que
reunía las características de los animales de la visión que se registra en Dan_7:3-7. El leopardo, el oso y el león eran bien conocidos en Palestina. Subrayan las características de
las naciones que representan. El león era un símbolo apropiado para el poder
feroz y consumidor del imperio babilónico. La ferocidad, fortaleza y
estabilidad del imperio medopersa llevó a que se describiera como un oso. Las
rápidas conquistas de los griegos, en particular bajo Alejandro Magno, reflejan
la rapidez y brutalidad del leopardo. Juan menciona los tres animales en orden
inverso al de Daniel, ya que él estaba mirando hacia atrás en el tiempo.
Daniel, mirando en el tiempo hacia el futuro, mencionó los animales y los
reinos que representan en orden cronológico.
Como la indescriptible cuarta
bestia de Dan_7:7, que representa el Imperio Romano, el
imperio final del anticristo será una combinación de los
imperios que le precedieron. Incorporará toda la fiereza, crueldad, rapidez y
fortaleza de los otros imperios mundiales. Este poderoso imperio, sin paralelo
en la historia humana, será el último gran intento de Satanás de detener el
reinado de Cristo. Pero, al igual que el resto de los intentos de Satanás para
frustrar los propósitos de Dios, finalmente fracasará.
3. Su aclamación
Vi una de sus cabezas como herida de
muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, (Apo_13:3).
Un acontecimiento sorprendente ayudará
al anticristo a solidificar su dominio sobre el mundo. Juan vio “una de sus
cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada”. Algunos
afirman que la cabeza, cuya “herida mortal fue sanada” es un reino que habrá
sido destruido y restaurado. Ellos ven el milagro de la muerte y la resurrección
como el resurgimiento del Imperio Romano. Creen que el anticristo unirá a los
países que ocupan el territorio del antiguo Imperio Romano para formar un nuevo
imperio. Este resurgimiento de poder será tan asombroso para el resto de las
naciones que ellas también se someterán a su dominio.
El problema más obvio con este
punto de vista es que mientras el versículo 3 dice que una de las cabezas fue
herida de muerte, otros pasajes especifican que la bestia misma es asesinada (Apo_13:12; Apo_13:14; Apo_17:8; Apo_17:11). El pronombre personal en la
frase “su herida mortal” también indica que se habla de
uno de los reyes, no del imperio en su conjunto. Aceptando que sea una persona
que muere y resucita, queda la pregunta de quién es esa persona. La cabeza cuya
herida mortal será sanada solo puede ser el futuro anticristo.
Si su muerte es real o una farsa
no está claro. Tal vez en realidad el anticristo sea asesinado y Dios permita
que sea resucitado. Lo más probable es que la presunta muerte y resurrección
del anticristo sea una imitación de la muerte y la resurrección de Cristo,
puesta en escena, como uno de las señales mentirosas que hará el falso profeta
(Apo_13:12-15; 2Ts_2:9).
Cualquier cosa que suceda, los pueblos del mundo creerán que el anticristo ha trascendido la muerte. Como la tribulación será
un tiempo en que el mundo enfrentará la muerte a una escala sin precedentes, el
aparente poder del anticristo sobre la muerte le hará ganar una aclamación
generalizada. Como resultado, toda la tierra se maravillará y seguirá en pos de
la bestia (cp. v. Apo_13:14; 2Ts_2:8-12).
4. Su adoración
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y
adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar
contra ella? (Apo_13:4)
La fascinación del mundo con el anticristo
pronto se convertirá en adoración. Él alentará y exigirá tal adoración al
levantarse “contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se
sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2Ts_2:4). No contento con la aclamación, el anticristo procurará que se le rinda culto. Recibirá ayuda de su
asociado, el falso profeta, que “hace que la tierra y los moradores de ella
adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada” (Apo_13:12). Los engañados incrédulos no solo adorarán al anticristo, sino que también
adorarán al dragón (Satanás) que había dado autoridad a la bestia. Al adorar al
anticristo, los incrédulos estarán en realidad adorando a Satanás, el verdadero
poder detrás de él.
Mientras los pueblos del mundo
adoran al anticristo, exclamarán sobrecogidos: “¿Quién como la bestia, y quién
podrá luchar contra ella?” La respuesta implícita a ambas interrogaciones
retóricas es “¡Nadie!” Al referirse al anticristo en un lenguaje reservado para
la adoración de Dios, los engañados adoradores del anticristo le atribuirán
deidad (
2Ts_2:4). En el mundo político, militar y religioso, el anticristo reinará supremo y reconocido
por la tierra y el infierno.
5. Su arrogancia
También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio
autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias
contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran
en el cielo. (Apo_13:5-6)
Como su amo, el anticristo será
un arrogante blasfemo. La frase “se le dio” se refiere al soberano control de
los acontecimientos por parte de Dios (Apo_6:4; Apo_6:8; Apo_7:2; Apo_9:5). Dios permitirá al anticristo blasfemar para dar expresión plena a la maldad que
cubrirá toda la tierra en aquel tiempo. La arrogancia del anticristo,
vaticinada por el profeta Daniel (Dan_7:8; Dan_7:11; Dan_7:25; Dan_11:36), sobrepasará la de cualquier otra persona en la historia humana. Será el portavoz
de Satanás, expresando la frustrada cólera de su amo contra Dios. Será también el
supremo blasfemo en un mundo lleno de blasfemos. Pero ni las blasfemias del
anticristo ni su reinado de terror durarán por mucho tiempo. Dios le dará al
anticristo autoridad para actuar solo cuarenta y dos meses (los últimos tres
años y medio de la tribulación, la semana setenta de la profecía de Daniel; Dan_9:24). Al anticristo y a Satanás se les permitirá operar solo dentro del tiempo límite establecido
para ellos por el Rey del universo.
6. Su actividad
Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos.
También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. (Apo_13:7)
Otra vez el texto observa que el anticristo puede hacer solamente
aquello para lo cual Dios le dio permiso. Como no querrán adorarlo, el anticristo hará guerra contra los santos y los vencerá.
Los creyentes enfrentarán el embate de su furia asesina. El resultado será una
matanza generalizada del pueblo de Dios (Apo_6:9-11;
Apo_7:9-17;
Apo_11:7;
Apo_17:6; Dan_7:25).
Daniel predijo mucho antes este extenso martirio del pueblo de Dios.
Escribió que el anticristo “a los santos del Altísimo
quebrantará… y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio
tiempo” (Dan_7:25). Esta persecución
comenzará en serio en el punto medio de la tribulación, cuando el anticristo
rompa su pacto con Israel (Dan_9:27) y establezca la abominación desoladora (Dan_9:27; Dan_11:31; Dan_12:11; Mat_24:15; 2Ts_2:3-4).
7. Sus admiradores
Y la adoraron todos los moradores de la
tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que
fue inmolado desde el principio del mundo. Si alguno tiene oído, oiga. Si alguno lleva en cautividad, va en
cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la
paciencia y la fe de los santos. (Apo_13:8-10)
La frase “todos los moradores
de la tierra” se emplea en todo Apocalipsis para describir a los incrédulos y no
incluye a todos los que estarán vivos en aquel tiempo. Aquí el factor que
limita se declara específicamente. Es “todos… cuyos nombres no estaban escritos
en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del
mundo”. Los incrédulos, aquellos cuyos nombres no estén registrados en el libro
de la vida, “se [perderán], por cuanto no recibieron el amor de la verdad para
ser salvos” (2Ts_2:10).
Siete veces en el Nuevo Testamento, a los creyentes se les identifica
como aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la
vida (Apo_3:5; Apo_17:8; Apo_20:12; Apo_20:15; Apo_21:27; Flp_4:3). El libro de la vida es el
registro donde Dios inscribió los nombres de los escogidos
para salvación antes del principio del mundo. El anticristo no podrá destruir
la fe salvadora de los creyentes, ya que el Señor Jesucristo prometió: “El que
venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro
de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus
ángeles” (Apo_3:5). Los creyentes han estado en el poder
guardador de Dios desde antes de la creación,
y lo estarán después de su destrucción de este orden de cosas en el
establecimiento del cielo nuevo y de la tierra nueva (Apo_21:1 ss.).
Los creyentes están doblemente seguros, ya que el
libro de la vida pertenece al Cordero que fue inmolado. No el decreto de
elección, sino también la obra expiatoria de Cristo sella para siempre la
redención de los elegidos. Los creyentes fueron “rescatados… no con cosas
corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de
un cordero sin mancha y sin contaminación” (1Pe_1:18-19).
El anticristo podría quitarles la vida, pero no
puede destruir su fe.
Esa asombrosa visión de la
bestia del mar concluye con un llamado de comprensión espiritual. La
advertencia “Si alguno tiene oído, oiga” se emplea quince veces en el Nuevo
Testamento con la frase “El que tiene oídos para oir, oiga” y subraya una
verdad particularmente importante. En todos sus usos anteriores en Apocalipsis
(Apo_2:7; Apo_2:11; Apo_2:17; Apo_2:29; Apo_3:6; Apo_3:13; Apo_3:22), está
seguida de la frase “lo que el Espíritu dice a las iglesias”. La omisión de esa
frase sugiere que no se está hablando de la Iglesia en ese pasaje, ya que ha
sido arrebatada antes del comienzo de la tribulación (cp. Apo_3:10).
Aquí la frase presenta un proverbio: “Si alguno lleva
en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser
muerto”. Este proverbio contiene una importante verdad práctica para los
creyentes que están vivos durante el tiempo de la persecución por el
anticristo. Ellos deben depender de la providencia de Dios y no tratar de
resolver las cosas por sus propios medios.
EL FALSO PROFETA
Al igual que los falsos cristos que han abundando en la historia de la
humanidad culminarán en el último anticristo, así también los falsos
profetas culminarán en un último falso profeta (cp. Apo_16:13; Apo_19:20; Apo_20:10). Será
el último y más poderoso engañador de Satanás. Junto con Satanás, la imitación
del Padre, y el anticristo, la imitación de Jesucristo, el falso profeta
formará la falsa trinidad satánica. Será la imitación del Espíritu Santo. El
falso profeta será el socio del anticristo en la gran mentira final de Satanás
para el mundo. La visión que tuvo Juan del falso profeta revela tres elementos
clave esenciales para llevar a cabo su papel.
1. Su persona
Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos
semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. (Apo_13:11)
Después de ver la aterradora visión de la primera
bestia (el anticristo) en Apo_13:1-10, Juan vio entonces otra
bestia. Algunos consideran esta segunda bestia como una institución o una forma de gobierno. Sin embargo, el empleo de la palabra griega
traducida “otra”, que significa “otra del mismo tipo”, indica que será una
persona como el anticristo (Apo_19:20).
A diferencia de la primera bestia, que saldrá
del mar (Apo_13:1), la segunda bestia subirá de la tierra. Al igual que en el anticristo, en el falso profeta
morará un demonio salido del abismo (Apo_13:1) que se representa aquí como las llameantes profundidades de la tierra. En el mundo antiguo,
la tierra era menos misteriosa y amenazadora que el mar. Que el falso profeta
se levante de la tierra sugiere que será menos avasallador y aterrador que el
anticristo. Será atractivo y persuasivo, semejante a los lobos vestidos de
ovejas sobre los cuales nos advirtió Jesús (Mat_7:15).
La descripción de la primera bestia, con sus
diez cuernos, siete cabezas, diez coronas y siete nombres blasfemos (Apo_13:1), era grotesca y aterradora.
En contraste, la segunda bestia simplemente tenía
dos cuernos. Esto indica que no se caracterizará por el mismo enorme poder del
anticristo. A diferencia del salvaje, feroz y mortífero anticristo, quien se
compara a un leopardo, un oso y un león (Apo_13:2), el falso profeta parece tan
inofensivo como un cordero. No viene como un dictador o conquistador, sino que
parece un sutil engañador, con mansedumbre y
gentileza, aunque no sin gran autoridad.
A pesar de su apariencia, el
falso profeta no es menos hijo del infierno que el anticristo. Eso es evidente
porque hablaba como dragón, una voz muy extraña para un cordero. El falso
profeta, al igual que el anticristo (Apo_13:2; Apo_13:5), será
el vocero del dragón Satanás, hablando sus palabras. Hablará palabras
atractivas y engañosas de alabanza acerca del anticristo, atrayendo con engaño
al mundo para que adoren al satánico dictador.
2. Su poder
Y ejerce toda la autoridad de la primera
bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella
adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun
hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a
los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en
presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan
imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. (Apo_13:12-14)
Aunque fundamentalmente es un sutil engañador,
aún así el falso profeta tendrá poder. Juan observa que “ejerce toda la
autoridad de la primera bestia” (el anticristo). El que ejerza su autoridad en
presencia del anticristo denota que el anticristo le habrá delegado esa
autoridad. La misión del falso profeta será hacer que la tierra y los moradores
de ella adoren a la primera bestia. Él dirigirá la religión mundial de
adoración al anticristo.
Los esfuerzos del falso profeta
recibirán un tremendo impulso de un acontecimiento sorprendente y espectacular:
la aparente sanidad de la herida mortal de la primera bestia (del anticristo)
(v. Apo_3:1-22; Apo_17:8). Esa es una imitación satánica no solo de la resurrección de Cristo, sino también de la de
los dos testigos (Apo_11:11). Lo más
probable es que la muerte del anticristo será una representación orquestrada, y
por lo tanto su “resurrección” sea una treta. Sin importar si es una
resurección de verdad o un retorno de la muerte fingido, el mundo aceptará como
genuina la resurrección del anticristo, realzando de esta forma en gran manera
su prestigio y el del falso profeta.
El falso profeta realizará también sus propias grandes
señales. Esas señales no solo imitan los milagros realizados por Jesús, sino
también los de los dos testigos (Apo_11:5-6). Los que rechacen el
evangelio salvador del Señor Jesucristo aceptarán
gustosamente el maldito evangelio que predica el falso profeta, porque parece
ser confirmado por las espectaculares señales sobrenaturales.
Asombrosamente, el falso
profeta, imitando a los dos testigos (Apo_11:5), “aun
hace descender fuego del cielo a la tierra”. El tiempo presente de “hace”
sugiere que realizará repetidamente este acto sobrenatural para impresionar con
su poder. “Engaña” viene de una palabra griega que significa “vagar”. Forma la
raíz de la palabra española “planeta”, ya que los planetas parecen estar
vagando por los cielos. El mundo será completamente susceptible a su engaño
durante la tribulación. Habiendo rechazado el evangelio verdadero y blasfemado
al Dios verdadero (Apo_16:9; Apo_16:11), el mundo incrédulo estará ansioso por creer las engañosas mentiras propagadas por el
falso profeta.
Juan define a las personas que
serán engañadas como “los moradores de la tierra”, una frase técnica empleada
para referirse a los incrédulos. Aunque sometidos a persecución, a los elegidos
de Dios no se les puede engañar (Mar_13:22). Como los creyentes conocen
la verdad y están protegidos por su Dios (Jua_10:3-5;
Jua_10:14;
Jua_10:27-30), reconocerán como mentiras las enseñanzas del falso profeta. El que el mundo
incrédulo será engañado se debe no solo al malvado engaño de Satanás, los
demonios, el anticristo y el falso profeta, sino que también ocurre como el
juicio de Dios (2Ts_2:10).
Mientras aumentan el poder del anticristo y el del falso profeta, Satanás incrementará la falsa religión mundial de adoración al anticristo.
Los seres humanos finalmente obedecerán la orden del profeta de hacer imagen a
la bestia. El mundo participará en la idolatría de la manera más estremecedora
y manifiesta que jamás se haya visto. Es probable que esa blasfema imagen se
levante en el terreno del templo en Jerusalén (2Ts_2:4) y estará relacionada con la abominación desoladora (Dan_9:27; Dan_11:31; Dan_12:11; Mat_24:15). Será
un tributo al tremendo poder del anticristo, que ha cobrado vida para
conquistar, al parecer, la muerte.
3. Su plan
Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para
que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que
a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese
una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni
vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de
su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de
la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. (Apo_13:15-18)
La imagen del anticristo será diferente de cualquier otro
ídolo en la historia humana. En otra muestra de su poder para engañar, el falso
profeta infundiría “aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen
hablase”. Se puede traducir “aliento” como “espíritu” o “viento”. El falso
profeta animará la imagen del anticristo de tal modo que dé la apariencia de un
ser vivo. Con los asombrosos efectos especiales de la actualidad y con el
avance de la robótica, esto no está fuera de lo posible. Añádase a esto la
desesperada necesidad del mundo, en medio de las masacres de la tribulación, de
creer en un conquistador de la muerte, y el embuste llega a ser del todo
creíble.
Luego de su inmenso éxito
mundial y tras presentar su fachada de gentileza, el falso profeta haría matar
a todo el que no la adorase.
Se decretará la pena de muerte
para los que rechacen adorar la imagen del anticristo. Muchos de los mártires
mencionados antes en Apocalipsis (Apo_6:9-11;
Apo_7:13-14) son los que serán matados durante este terrible tiempo de persecución. Aunque la pena
de muerte será decretada sobre todos, no todos los creyentes serán matados.
Algunos sobrevivirán hasta que vuelva Cristo y entrarán en su reino milenario
como personas vivas (Isa_65:20-23; Mat_25:31-40), incluso muchos judíos (Apo_12:6-7;
Apo_12:14).
Como parte de su plan de imponer la adoración
del anticristo, el falso profeta exigirá que a todos “se les pusiese una marca
en la mano derecha, o en la frente”. “Marca” era el término para las imágenes o
nombres del emperador en las monedas romanas. En el mundo antiguo, tales
señales (tatuajes o marcas) las tenían por lo general los esclavos, los
soldados y devotos de sectas religiosas. Dios selló, con una marca en la
frente, a los 144.000 para preservarlos de su ira contra el mundo incrédulo (Apo_7:2-3). El falso profeta marca a los
no salvos para preservarlos de la ira del anticristo contra el pueblo de Dios.
La marca significa que la persona que la tiene es un leal seguidor del
anticristo. Casi de la misma manera, los emperadores romanos requerían que sus súbditos probaran su lealtad al ofrecer sacrificios al
César. Los que le rechazaban, como los que se negaban a recibir la marca del
anticristo, eran sujetos a ejecución.
Además de la constante amenaza de
muerte, el rechazo de la marca de la bestia tendrá horrendas consecuencias
prácticas en la vida diaria: ninguno podrá comprar ni vender sin ella. El
imperio del anticristo mantendrá estricto control económico sobre el mundo. La
comida, y otros productos indispensables de la vida, requeridas en la devastada
tierra, serán imposibles de obtener para los que no tienen la marca. Es
probable que el dinero carezca de valor, y se sustituya por créditos
controlados. En vez de tarjetas de crédito, las personas tendrán algún tipo de
marca no especificada en la frente o en las manos.
Añadiendo a la descripción de la
marca, Juan observa que será “el nombre de la bestia, o el número de su
nombre”. El anticristo tendrá una designación universal que consiste de su
nombre dentro de un sistema numérico. No es clara la identificación precisa de
esa frase. Lo que sí está claro es que a todo el mundo se le exigirá que tenga
la marca identificadora o sufrirá las consecuencias.
La exclamación “Aquí hay
sabiduría” es una advertencia a los que estén vivos en aquel tiempo a ser
sabios y discernir. Tendrán que reconocer lo que está ocurriendo y comprender
la importancia del número relacionado con el nombre del anticristo. Quienes
tengan entendimiento podrán contar “el número de la bestia, pues es número de
hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. Tal vez ningún detalle en
Apocalipsis haya intrigado más a las personas que este número. Ha habido
especulaciones interminables en cuanto a su significado y cómo calcularlo. En
griego, hebreo y latín, las letras tenían equivalentes numéricos, y se han
propuesto muchos miles de esquemas para asociar los nombres de personajes
históricos con el número 666. Todas esas especulaciones no tienen sentido. Como
el anticristo está aún por venir, el número 666 no se puede asociar a ningún
personaje histórico.
Este pasaje solemne no tiene el propósito de ser el origen de infructuosas especulaciones acerca de sus detalles. Más bien, está como una advertencia al mundo incrédulo. Es también un reto a los creyentes para que lleven una vida cuidadosa y santa (1Pe_4:7; 2Pe_3:11), y para evangelizar a un mundo que va camino de la destrucción.