Porque el tiempo si esta cerca - La bestia y su profeta

9. La bestia y su profeta (Ap. 13:1-18)

versículos de Apo_13:1-18 es la más cautivadora, detallada y espectacular de toda la Biblia. Sin embargo, la apariencia del anticristo no era una nueva enseñanza para los lectores de Juan. Juan escribió en su primera epístola que sus lectores habían “[oído] que el anticristo viene” (1Jn_2:18). Tampoco es la primera referencia al anticristo en las visiones de Juan en Apocalipsis; al anticristo se le presentó en Apo_11:7 como “la bestia” que matará a los dos testigos de Dios. Su malvada trayectoria, que comenzó en el capítulo 11, se desarrolla plenamente comenzando aquí.

El capítulo 12 registra el comienzo de la larga guerra de Satanás contra Dios y su pueblo. El capítulo 13 registra la culminación de esa guerra. Satanás tratará de evitar que Jesucristo establezca su reino terrenal, tratando de establecer el suyo propio bajo el anticristo.

Habiendo sido expulsado permanentemente del cielo (Apo_12:9), Satanás sabrá que el tiempo que le resta es muy breve (Apo_12:12). Para dirigir su última y desesperada acometida contra Dios, le dará poder a su último anticristo.

SIETE CARACTERÍSTICAS DEL ANTICRISTO

Los primeros versículos de este capítulo revelan siete características de ese postrer dictador.

1. Su ascendencia

Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo. (Apo_13:1)

La primera oración de este capítulo es la última oración del capítulo 12, ya que concluye el relato del dragón. Aunque algunos manuscritos griegos dicen “Me paré”, los más antiguos y confiables dicen “él se paró”.1 La metáfora de la arena del mar describe a las naciones del mundo (20:8). En la visión de Juan, Satanás toma su lugar en forma dominante en medio de ellas como si fueran su legítima posesión. Pero en realidad es un usurpador que procura la adoración del mundo.

Luego el dragón llama al anticristo, descrito como “una bestia que subía del mar”. La palabra “bestia” también se emplea para describir al anticristo en Apo_11:7. Se refiere a un monstruo salvaje y cruel, describiendo al anticristo como una personalidad feroz. La bestia debe interpretarse como que representa un reino y una persona. La bestia debe representar un reino, debido a la compleja descripción de ella en la última parte del versículo 1. Pero la bestia debe representar también a una persona, ya que siempre se le describe con pronombres personales. Daniel (Dan_7:25; Dan_8:24-25; Dan_11:36-45) y Pablo (2Ts_2:4) también describen al anticristo como una persona.

Se ha debatido mucho acerca de lo que simboliza el mar. Tanto Apo_11:7 como Apo_17:8 afirman que la bestia surge del abismo, es mejor igualar el mar al abismo. Esa interpretación está en armonía con el Antiguo Testamento, que también emplea la metáfora del mar para representar actividad satánica (Job_26:12; Sal_74:13-14; Sal_89:9-10; Isa_27:1). Algunos de los demonios están actualmente en el abismo (Apo_9:1-11; Luc_8:31), y Satanás estará encarcelado en ese abismo durante el reino milenario (Apo_20:1-3).

El anticristo será un hombre (2Ts_2:4), pero en algún momento de su vida estará poseído por un poderoso demonio del abismo. Ese hombre poseído por un demonio será un talentoso orador, un genio intelectual, poseerá gran encanto y carisma, y tendrá un inmenso poder para el liderazgo. Pero ninguno en la historia humana será más completamente hijo del diablo que el anticristo. Su “semejanza familiar” con Satanás es sorprendentemente apreciable en la descripción que Juan hace de él como que tenía siete cabezas y diez cuernos, con diez diademas en sus cuernos. La misma grotesca descripción se aplicó a Satanás en Apo_12:3. La descripción del anticristo subraya la importancia de los diez cuernos al mencionarlos primero y asociar con ellos las diademas, en vez de las cabezas.

Los “cuernos” en las Escrituras simbolizan fortaleza y poder, ambos para ataque y defensa. Aquí representan el poder de los reyes que gobernarán bajo la autoridad del anticristo. “Diez” se ajusta a la metáfora de la cuarta bestia en Dan_7:7; Dan_7:24, y es un número simbólico que representa a todo el poder político y militar del mundo. El anticristo se levantará de entre esos diez (Dan_7:16-24) y no gobernará simplemente diez naciones, sino todo el mundo (Dan_7:23). A diferencia de las siete cabezas, que representan los imperios mundiales que se sucedieron, todos los gobernantes simbolizados por los diez cuernos dominarán al mismo tiempo (cp. Apo_17:12).

Además de sus diez cuernos, Juan describe a la bestia como que tenía siete cabezas. Esas siete cabezas representan a siete imperios mundiales sucesivos: Egipto, Asiria, Babilonia, Medopersia, Grecia, Roma y el último reino mundial del anticristo. Las diez diademas indican la regia autoridad y el victorioso poder de los cuernos. Juan observó también que sobre las cabezas de la bestia había un nombre blasfemo. Como muchos de los emperadores romanos y otros monarcas antes que ellos, esos gobernantes se atribuirán nombres y títulos divinos que deshonrarán al Dios vivo.

2. Su autoridad

Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león. Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. (Apo_13:2)

Al mirar Juan más de cerca a la bestia, vio que reunía las características de los animales de la visión que se registra en Dan_7:3-7. El leopardo, el oso y el león eran bien conocidos en Palestina. Subrayan las características de las naciones que representan. El león era un símbolo apropiado para el poder feroz y consumidor del imperio babilónico. La ferocidad, fortaleza y estabilidad del imperio medopersa llevó a que se describiera como un oso. Las rápidas conquistas de los griegos, en particular bajo Alejandro Magno, reflejan la rapidez y brutalidad del leopardo. Juan menciona los tres animales en orden inverso al de Daniel, ya que él estaba mirando hacia atrás en el tiempo. Daniel, mirando en el tiempo hacia el futuro, mencionó los animales y los reinos que representan en orden cronológico.

Como la indescriptible cuarta bestia de Dan_7:7, que representa el Imperio Romano, el imperio final del anticristo será una combinación de los imperios que le precedieron. Incorporará toda la fiereza, crueldad, rapidez y fortaleza de los otros imperios mundiales. Este poderoso imperio, sin paralelo en la historia humana, será el último gran intento de Satanás de detener el reinado de Cristo. Pero, al igual que el resto de los intentos de Satanás para frustrar los propósitos de Dios, finalmente fracasará.

3. Su aclamación

Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, (Apo_13:3).

Un acontecimiento sorprendente ayudará al anticristo a solidificar su dominio sobre el mundo. Juan vio “una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada”. Algunos afirman que la cabeza, cuya “herida mortal fue sanada” es un reino que habrá sido destruido y restaurado. Ellos ven el milagro de la muerte y la resurrección como el resurgimiento del Imperio Romano. Creen que el anticristo unirá a los países que ocupan el territorio del antiguo Imperio Romano para formar un nuevo imperio. Este resurgimiento de poder será tan asombroso para el resto de las naciones que ellas también se someterán a su dominio.

El problema más obvio con este punto de vista es que mientras el versículo 3 dice que una de las cabezas fue herida de muerte, otros pasajes especifican que la bestia misma es asesinada (Apo_13:12; Apo_13:14; Apo_17:8; Apo_17:11). El pronombre personal en la frase “su herida mortal” también indica que se habla de uno de los reyes, no del imperio en su conjunto. Aceptando que sea una persona que muere y resucita, queda la pregunta de quién es esa persona. La cabeza cuya herida mortal será sanada solo puede ser el futuro anticristo.

Si su muerte es real o una farsa no está claro. Tal vez en realidad el anticristo sea asesinado y Dios permita que sea resucitado. Lo más probable es que la presunta muerte y resurrección del anticristo sea una imitación de la muerte y la resurrección de Cristo, puesta en escena, como uno de las señales mentirosas que hará el falso profeta (Apo_13:12-15; 2Ts_2:9).

Cualquier cosa que suceda, los pueblos del mundo creerán que el anticristo ha trascendido la muerte. Como la tribulación será un tiempo en que el mundo enfrentará la muerte a una escala sin precedentes, el aparente poder del anticristo sobre la muerte le hará ganar una aclamación generalizada. Como resultado, toda la tierra se maravillará y seguirá en pos de la bestia (cp. v. Apo_13:14; 2Ts_2:8-12).

4. Su adoración

y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella? (Apo_13:4)

La fascinación del mundo con el anticristo pronto se convertirá en adoración. Él alentará y exigirá tal adoración al levantarse “contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (2Ts_2:4). No contento con la aclamación, el anticristo procurará que se le rinda culto. Recibirá ayuda de su asociado, el falso profeta, que “hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada” (Apo_13:12). Los engañados incrédulos no solo adorarán al anticristo, sino que también adorarán al dragón (Satanás) que había dado autoridad a la bestia. Al adorar al anticristo, los incrédulos estarán en realidad adorando a Satanás, el verdadero poder detrás de él.

Mientras los pueblos del mundo adoran al anticristo, exclamarán sobrecogidos: “¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?” La respuesta implícita a ambas interrogaciones retóricas es “¡Nadie!” Al referirse al anticristo en un lenguaje reservado para la adoración de Dios, los engañados adoradores del anticristo le atribuirán deidad (

2Ts_2:4). En el mundo político, militar y religioso, el anticristo reinará supremo y reconocido por la tierra y el infierno.

5. Su arrogancia

También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. (Apo_13:5-6)

Como su amo, el anticristo será un arrogante blasfemo. La frase “se le dio” se refiere al soberano control de los acontecimientos por parte de Dios (Apo_6:4; Apo_6:8; Apo_7:2; Apo_9:5). Dios permitirá al anticristo blasfemar para dar expresión plena a la maldad que cubrirá toda la tierra en aquel tiempo. La arrogancia del anticristo, vaticinada por el profeta Daniel (Dan_7:8; Dan_7:11; Dan_7:25; Dan_11:36), sobrepasará la de cualquier otra persona en la historia humana. Será el portavoz de Satanás, expresando la frustrada cólera de su amo contra Dios. Será también el supremo blasfemo en un mundo lleno de blasfemos. Pero ni las blasfemias del anticristo ni su reinado de terror durarán por mucho tiempo. Dios le dará al anticristo autoridad para actuar solo cuarenta y dos meses (los últimos tres años y medio de la tribulación, la semana setenta de la profecía de Daniel; Dan_9:24). Al anticristo y a Satanás se les permitirá operar solo dentro del tiempo límite establecido para ellos por el Rey del universo.

6. Su actividad

Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos. También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. (Apo_13:7)

Otra vez el texto observa que el anticristo puede hacer solamente aquello para lo cual Dios le dio permiso. Como no querrán adorarlo, el anticristo hará guerra contra los santos y los vencerá. Los creyentes enfrentarán el embate de su furia asesina. El resultado será una matanza generalizada del pueblo de Dios (Apo_6:9-11; Apo_7:9-17; Apo_11:7; Apo_17:6; Dan_7:25).

Daniel predijo mucho antes este extenso martirio del pueblo de Dios. Escribió que el anticristo “a los santos del Altísimo quebrantará… y serán entregados en su mano hasta tiempo, y tiempos, y medio tiempo” (Dan_7:25). Esta persecución comenzará en serio en el punto medio de la tribulación, cuando el anticristo rompa su pacto con Israel (Dan_9:27) y establezca la abominación desoladora (Dan_9:27; Dan_11:31; Dan_12:11; Mat_24:15; 2Ts_2:3-4).

7. Sus admiradores

Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. Si alguno tiene oído, oiga. Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos. (Apo_13:8-10)

La frase todos los moradores de la tierra” se emplea en todo Apocalipsis para describir a los incrédulos y no incluye a todos los que estarán vivos en aquel tiempo. Aquí el factor que limita se declara específicamente. Es “todos… cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”. Los incrédulos, aquellos cuyos nombres no estén registrados en el libro de la vida, “se [perderán], por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos” (2Ts_2:10).

Siete veces en el Nuevo Testamento, a los creyentes se les identifica como aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida (Apo_3:5; Apo_17:8; Apo_20:12; Apo_20:15; Apo_21:27; Flp_4:3). El libro de la vida es el registro donde Dios inscribió los nombres de los escogidos para salvación antes del principio del mundo. El anticristo no podrá destruir la fe salvadora de los creyentes, ya que el Señor Jesucristo prometió: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles” (Apo_3:5). Los creyentes han estado en el poder guardador de Dios desde antes de la creación, y lo estarán después de su destrucción de este orden de cosas en el establecimiento del cielo nuevo y de la tierra nueva (Apo_21:1 ss.).

Los creyentes están doblemente seguros, ya que el libro de la vida pertenece al Cordero que fue inmolado. No el decreto de elección, sino también la obra expiatoria de Cristo sella para siempre la redención de los elegidos. Los creyentes fueron “rescatados… no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” (1Pe_1:18-19).

El anticristo podría quitarles la vida, pero no puede destruir su fe.

Esa asombrosa visión de la bestia del mar concluye con un llamado de comprensión espiritual. La advertencia “Si alguno tiene oído, oiga” se emplea quince veces en el Nuevo Testamento con la frase “El que tiene oídos para oir, oiga” y subraya una verdad particularmente importante. En todos sus usos anteriores en Apocalipsis (Apo_2:7; Apo_2:11; Apo_2:17; Apo_2:29; Apo_3:6; Apo_3:13; Apo_3:22), está seguida de la frase “lo que el Espíritu dice a las iglesias”. La omisión de esa frase sugiere que no se está hablando de la Iglesia en ese pasaje, ya que ha sido arrebatada antes del comienzo de la tribulación (cp. Apo_3:10).

Aquí la frase presenta un proverbio: “Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad; si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto”. Este proverbio contiene una importante verdad práctica para los creyentes que están vivos durante el tiempo de la persecución por el anticristo. Ellos deben depender de la providencia de Dios y no tratar de resolver las cosas por sus propios medios.

EL FALSO PROFETA

Al igual que los falsos cristos que han abundando en la historia de la humanidad culminarán en el último anticristo, así también los falsos profetas culminarán en un último falso profeta (cp. Apo_16:13; Apo_19:20; Apo_20:10). Será el último y más poderoso engañador de Satanás. Junto con Satanás, la imitación del Padre, y el anticristo, la imitación de Jesucristo, el falso profeta formará la falsa trinidad satánica. Será la imitación del Espíritu Santo. El falso profeta será el socio del anticristo en la gran mentira final de Satanás para el mundo. La visión que tuvo Juan del falso profeta revela tres elementos clave esenciales para llevar a cabo su papel.

1. Su persona

Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. (Apo_13:11)

Después de ver la aterradora visión de la primera bestia (el anticristo) en Apo_13:1-10, Juan vio entonces otra bestia. Algunos consideran esta segunda bestia como una institución o una forma de gobierno. Sin embargo, el empleo de la palabra griega traducida “otra”, que significa “otra del mismo tipo”, indica que será una persona como el anticristo (Apo_19:20).

A diferencia de la primera bestia, que saldrá del mar (Apo_13:1), la segunda bestia subirá de la tierra. Al igual que en el anticristo, en el falso profeta morará un demonio salido del abismo (Apo_13:1) que se representa aquí como las llameantes profundidades de la tierra. En el mundo antiguo, la tierra era menos misteriosa y amenazadora que el mar. Que el falso profeta se levante de la tierra sugiere que será menos avasallador y aterrador que el anticristo. Será atractivo y persuasivo, semejante a los lobos vestidos de ovejas sobre los cuales nos advirtió Jesús (Mat_7:15).

La descripción de la primera bestia, con sus diez cuernos, siete cabezas, diez coronas y siete nombres blasfemos (Apo_13:1), era grotesca y aterradora. En contraste, la segunda bestia simplemente tenía dos cuernos. Esto indica que no se caracterizará por el mismo enorme poder del anticristo. A diferencia del salvaje, feroz y mortífero anticristo, quien se compara a un leopardo, un oso y un león (Apo_13:2), el falso profeta parece tan inofensivo como un cordero. No viene como un dictador o conquistador, sino que parece un sutil engañador, con mansedumbre y gentileza, aunque no sin gran autoridad.

A pesar de su apariencia, el falso profeta no es menos hijo del infierno que el anticristo. Eso es evidente porque hablaba como dragón, una voz muy extraña para un cordero. El falso profeta, al igual que el anticristo (Apo_13:2; Apo_13:5), será el vocero del dragón Satanás, hablando sus palabras. Hablará palabras atractivas y engañosas de alabanza acerca del anticristo, atrayendo con engaño al mundo para que adoren al satánico dictador.

2. Su poder

Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. (Apo_13:12-14)

Aunque fundamentalmente es un sutil engañador, aún así el falso profeta tendrá poder. Juan observa que “ejerce toda la autoridad de la primera bestia” (el anticristo). El que ejerza su autoridad en presencia del anticristo denota que el anticristo le habrá delegado esa autoridad. La misión del falso profeta será hacer que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia. Él dirigirá la religión mundial de adoración al anticristo.

Los esfuerzos del falso profeta recibirán un tremendo impulso de un acontecimiento sorprendente y espectacular: la aparente sanidad de la herida mortal de la primera bestia (del anticristo) (v. Apo_3:1-22; Apo_17:8). Esa es una imitación satánica no solo de la resurrección de Cristo, sino también de la de los dos testigos (Apo_11:11). Lo más probable es que la muerte del anticristo será una representación orquestrada, y por lo tanto su “resurrección” sea una treta. Sin importar si es una resurección de verdad o un retorno de la muerte fingido, el mundo aceptará como genuina la resurrección del anticristo, realzando de esta forma en gran manera su prestigio y el del falso profeta.

El falso profeta realizará también sus propias grandes señales. Esas señales no solo imitan los milagros realizados por Jesús, sino también los de los dos testigos (Apo_11:5-6). Los que rechacen el evangelio salvador del Señor Jesucristo aceptarán gustosamente el maldito evangelio que predica el falso profeta, porque parece ser confirmado por las espectaculares señales sobrenaturales.

Asombrosamente, el falso profeta, imitando a los dos testigos (Apo_11:5), “aun hace descender fuego del cielo a la tierra”. El tiempo presente de “hace” sugiere que realizará repetidamente este acto sobrenatural para impresionar con su poder. “Engaña” viene de una palabra griega que significa “vagar”. Forma la raíz de la palabra española “planeta”, ya que los planetas parecen estar vagando por los cielos. El mundo será completamente susceptible a su engaño durante la tribulación. Habiendo rechazado el evangelio verdadero y blasfemado al Dios verdadero (Apo_16:9; Apo_16:11), el mundo incrédulo estará ansioso por creer las engañosas mentiras propagadas por el falso profeta.

Juan define a las personas que serán engañadas como “los moradores de la tierra”, una frase técnica empleada para referirse a los incrédulos. Aunque sometidos a persecución, a los elegidos de Dios no se les puede engañar (Mar_13:22). Como los creyentes conocen la verdad y están protegidos por su Dios (Jua_10:3-5; Jua_10:14; Jua_10:27-30), reconocerán como mentiras las enseñanzas del falso profeta. El que el mundo incrédulo será engañado se debe no solo al malvado engaño de Satanás, los demonios, el anticristo y el falso profeta, sino que también ocurre como el juicio de Dios (2Ts_2:10).

Mientras aumentan el poder del anticristo y el del falso profeta, Satanás incrementará la falsa religión mundial de adoración al anticristo. Los seres humanos finalmente obedecerán la orden del profeta de hacer imagen a la bestia. El mundo participará en la idolatría de la manera más estremecedora y manifiesta que jamás se haya visto. Es probable que esa blasfema imagen se levante en el terreno del templo en Jerusalén (2Ts_2:4) y estará relacionada con la abominación desoladora (Dan_9:27; Dan_11:31; Dan_12:11; Mat_24:15). Será un tributo al tremendo poder del anticristo, que ha cobrado vida para conquistar, al parecer, la muerte.

3. Su plan

Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis. (Apo_13:15-18)

La imagen del anticristo será diferente de cualquier otro ídolo en la historia humana. En otra muestra de su poder para engañar, el falso profeta infundiría “aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase”. Se puede traducir “aliento” como “espíritu” o “viento”. El falso profeta animará la imagen del anticristo de tal modo que dé la apariencia de un ser vivo. Con los asombrosos efectos especiales de la actualidad y con el avance de la robótica, esto no está fuera de lo posible. Añádase a esto la desesperada necesidad del mundo, en medio de las masacres de la tribulación, de creer en un conquistador de la muerte, y el embuste llega a ser del todo creíble.

Luego de su inmenso éxito mundial y tras presentar su fachada de gentileza, el falso profeta haría matar a todo el que no la adorase.

Se decretará la pena de muerte para los que rechacen adorar la imagen del anticristo. Muchos de los mártires mencionados antes en Apocalipsis (Apo_6:9-11; Apo_7:13-14) son los que serán matados durante este terrible tiempo de persecución. Aunque la pena de muerte será decretada sobre todos, no todos los creyentes serán matados. Algunos sobrevivirán hasta que vuelva Cristo y entrarán en su reino milenario como personas vivas (Isa_65:20-23; Mat_25:31-40), incluso muchos judíos (Apo_12:6-7; Apo_12:14).

Como parte de su plan de imponer la adoración del anticristo, el falso profeta exigirá que a todos “se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente”. “Marca” era el término para las imágenes o nombres del emperador en las monedas romanas. En el mundo antiguo, tales señales (tatuajes o marcas) las tenían por lo general los esclavos, los soldados y devotos de sectas religiosas. Dios selló, con una marca en la frente, a los 144.000 para preservarlos de su ira contra el mundo incrédulo (Apo_7:2-3). El falso profeta marca a los no salvos para preservarlos de la ira del anticristo contra el pueblo de Dios. La marca significa que la persona que la tiene es un leal seguidor del anticristo. Casi de la misma manera, los emperadores romanos requerían que sus súbditos probaran su lealtad al ofrecer sacrificios al César. Los que le rechazaban, como los que se negaban a recibir la marca del anticristo, eran sujetos a ejecución.

Además de la constante amenaza de muerte, el rechazo de la marca de la bestia tendrá horrendas consecuencias prácticas en la vida diaria: ninguno podrá comprar ni vender sin ella. El imperio del anticristo mantendrá estricto control económico sobre el mundo. La comida, y otros productos indispensables de la vida, requeridas en la devastada tierra, serán imposibles de obtener para los que no tienen la marca. Es probable que el dinero carezca de valor, y se sustituya por créditos controlados. En vez de tarjetas de crédito, las personas tendrán algún tipo de marca no especificada en la frente o en las manos.

Añadiendo a la descripción de la marca, Juan observa que será “el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. El anticristo tendrá una designación universal que consiste de su nombre dentro de un sistema numérico. No es clara la identificación precisa de esa frase. Lo que sí está claro es que a todo el mundo se le exigirá que tenga la marca identificadora o sufrirá las consecuencias.

La exclamación “Aquí hay sabiduría” es una advertencia a los que estén vivos en aquel tiempo a ser sabios y discernir. Tendrán que reconocer lo que está ocurriendo y comprender la importancia del número relacionado con el nombre del anticristo. Quienes tengan entendimiento podrán contar “el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis”. Tal vez ningún detalle en Apocalipsis haya intrigado más a las personas que este número. Ha habido especulaciones interminables en cuanto a su significado y cómo calcularlo. En griego, hebreo y latín, las letras tenían equivalentes numéricos, y se han propuesto muchos miles de esquemas para asociar los nombres de personajes históricos con el número 666. Todas esas especulaciones no tienen sentido. Como el anticristo está aún por venir, el número 666 no se puede asociar a ningún personaje histórico.

Este pasaje solemne no tiene el propósito de ser el origen de infructuosas especulaciones acerca de sus detalles. Más bien, está como una advertencia al mundo incrédulo. Es también un reto a los creyentes para que lleven una vida cuidadosa y santa (1Pe_4:7; 2Pe_3:11), y para evangelizar a un mundo que va camino de la destrucción.