Qasan Abu Sittah, cirujano que trabaja con la oenegé Médicos Sin Fronteras (MSF) en la asediada Franja de Gaza dijo el domingo que conoce el patrón distinto de quemaduras por fósforo blanco puesto que él trabajaba en Gaza durante la guerra de 2009, cuando Israel utilizó esta munición internacionalmente prohibida contra los palestinos.
“Estas quemaduras [de fósforo blanco]... continúan penetrando profundamente en los tejidos del cuerpo porque es una quemadura química, no una quemadura térmica y tienen un patrón de lesión muy distinto”, indicó el médico.
Respecto a la situación horrible de los hospitales en Gaza afectados por los bombardeos israelíes y el bloqueo en curso, Abu Sittah declaró que dieciséis hospitales han sido atacados, y en los últimos días, los israelíes han adoptado una nueva política en la que atacan las entradas de los hospitales para dañarlas.
“El 40 por ciento de los hospitales han sido destruidos y están fuera de servicio”, puso de relieve el cirujano británico-palestino.
En otra parte de sus declaraciones, el médico señaló que el mayor problema que se enfrentan es debido a los retrasos en llevar a la gente al quirófano porque hay más heridos que capacidad en los quirófanos en Gaza.
El 11 de octubre, el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza informó del uso por parte del régimen israelí de municiones prohibidas de fósforo blanco contra el vecindario densamente poblado gazatí de Al-Karama.
El fósforo blanco, una sustancia química altamente inflamable, se utiliza en proyectiles, bombas y cohetes de artillería y cuando entra en contacto con el oxígeno, se enciende y genera una reacción química que produce una temperatura extremadamente alta, por lo que puede causar quemaduras graves y lesiones incurables.
Sobre Gaza, Israel ha lanzado más de 18 000 toneladas de explosivos, impacto equivalente a la bomba atómica que EE.UU. lanzó en Hiroshima. Estos bombardeos han matado más de 9770 palestinos, entre ellos unos 4800 niños.