Derramar sangre para crear empleos en EEUU

Un artículo en la revista 'The American Conservative' critica en duros términos la nueva estrategia del Gobierno de Joe Biden para justificar la financiación de la escalada bélica de Kiev: promocionarla como una iniciativa que genera un beneficio económico para el país.
"A Ucrania le está yendo mal en su conflicto con Rusia. Los partidarios de los primeros se están desesperando. Ante la creciente oposición a la guerra proxy de Washington contra Rusia, algunos defensores de Kiev ahora afirman que el conflicto es una excelente manera de crear empleos. Matar a unos cuantos rusos (...) y arriesgarse a una fusión nuclear, todo para poner a trabajar a un estadounidense. ¿Qué podría salir mal?".
Así comienza el artículo publicado por la revista estadounidense cuestionando la nueva estrategia de la Administración demócrata, que busca justificar ante la ciudadanía de EEUU, de cara a las elecciones presidenciales del 2024, el millonario envío del dinero de los contribuyentes (sin mencionar la pérdida de vidas humanas al extender un conflicto) para continuar las ambiciones bélicas de Ucrania.
El artículo recuerda que el medio Politico informó recientemente que en las últimas semanas "la Casa Blanca ha estado instando silenciosamente a los legisladores de ambos partidos a vender los esfuerzos bélicos en el extranjero como un potencial auge económico en casa".
"Los colaboradores [de Biden] han estado distribuyendo materiales de conversación entre demócratas y republicanos que han apoyado los esfuerzos continuos para financiar a Ucrania y demostrar que hacerlo es bueno para los empleos estadounidenses", apunta.
Este plan del Gobierno de EEUU, ironiza el artículo, puede sintentizarse como "matar extranjeros es bueno para la economía" y "nos hará a todos ricos".
"Pero si es así, ¿por qué detenerse en la solicitud de 61.400 millones de dólares del Gobierno? ¿Por qué no duplicar, triplicar o incluso cuadruplicar la solicitud? Eso debería acelerar la economía y crear millones de empleos. ¡Cuanto mayor sea el número de muertes en el extranjero, mejor estarán los estadounidenses!", añade socarronamente la publicación.
Adoptando un tono más serio, The American Conservative califica a la estrategia de Biden de moralmente "terrible" e indica que, además, ni siquiera es realmente efectiva desde un punto de vista productivo.
Según consigna la nota, la analista Heidi Peltier, del Instituto Watson de la Universidad de Brown, concluyó que "el gasto militar no genera tantos puestos de trabajo como otros sectores, como la educación, la atención sanitaria o la energía limpia".
Sin embargo, la nota sugiere resignadamente que una situación así es inevitable, al detallar el intrincado sistema de poder establecido por el complejo industrial militar en Washington, compuesto de "cabilderos bien conectados que patrullan el Capitolio, benefactores de la industria bélica que financian centros de estudio, contratistas de defensa que distribuyen contribuciones de campaña, oficiales generales retirados que representan a fabricantes de armas y contratistas de defensa, comentaristas militares que reciben retribuciones de los medios de comunicación".
De todas maneras, el artículo finaliza reclamando que Washington se enfoque en poner fin, no ampliar, el conflicto en Ucrania.
"Justificar una guerra proxy contra Moscú como una fuente de empleo interno es más que imprudente. En lugar de ofrecer malas excusas para malas políticas, la Administración Biden debería proteger al pueblo estadounidense", concluye.