"Hay algo más de 15, creo que 17, establecimientos en los que se han detectado chinches a distintos niveles, y tenemos siete establecimientos cerrados por este motivo", afirmó Attal en su intervención en la cadena de televisión France 5. El Ministerio de Educación Nacional, por su parte, anunció el cierre de cinco escuelas, con alrededor de 1.500 alumnos, en distintas ciudades del país, como Marsella, Pontet, Louhans, Villefranche-sur-Saône y Saint-Dié.
Sin embargo, el organismo destacó que no todos los centros educativos en los que se encontraron chinches están completamente cerrados. Attal también intentó tranquilizar a la población afirmando que en el país hay casi 60.000 instituciones de enseñanza y que "solo en unas pocas decenas" se han encontrado chinches.
"Tenemos que dar una respuesta inmediata, tenemos que ser capaces de que los establecimientos sean atendidos en 24 horas", declaró el funcionario. Para acelerar el proceso de desinsectación en escuelas y otras instituciones, las autoridades francesas crearon una lista de empresas "autorizadas y reconocidas" que pueden hacer frente al problema.
Las chinches reaparecieron en Francia en la década de 1990 y en los últimos años han infestado uno de cada diez hogares del país en promedio, independientemente del nivel de ingresos. Los insectos se alimentan por la noche, principalmente de sangre humana, suelen esconderse en colchones y se propagan a través de la ropa y el equipaje.
El problema de las chinches no solo afecta al sector educativo, sino también al transporte público. El primer teniente de alcalde de París, Emmanuel Grégoire, sostuvo el jueves que se trata de "un problema endémico en todos los lugares públicos". "Esta es verdaderamente una emergencia nacional", afirmó, antes de advertir al día siguiente en una entrevista televisiva que "nadie es inmune". Por su parte, el ministro de Salud y Prevención de Francia, Aurélien Rousseau, declaró este martes que la plaga de chinches que invade la capital del país no es "motivo de pánico".
