Las Fuerzas Armadas ucranianas han agotado sus reservas estratégicas


Ucrania está sufriendo derrotas en el conflicto, mientras las fuerzas rusas controlan el campo de batalla, destruyendo las brigadas ucranianas restantes y empujándolas cada vez más hacia el oeste, según el exinspector de armas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En este contexto, dice, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, podría morir en Ucrania o huir del país.
"Es su decisión. Puede morir, y morirá si se queda, o puede intentar escapar", aseveró el experto en temas de seguridad al hablar de los escenarios que le quedan al mandatario.
"Los rusos están destruyendo ahora los restos del Ejército ucraniano. Las Fuerzas Armadas de Ucrania han agotado sus reservas estratégicas y no habrá nuevas", apuntó.
Las Fuerzas Armadas de Ucrania llevan cuatro meses con una estancada contraofensiva en las regiones meridionales de Donetsk, Artiómovsk y Zaporozhie, lanzando al combate brigadas entrenadas por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y armadas con equipo militar extranjero. Sin embargo, no han tenido éxito en ninguna sección del frente, de acuerdo con Scott Ritter.
El pasado 15 de octubre, el presidente ruso, Vladímir Putin, señaló que, mientras la contraofensiva del Ejército ucraniano sufre un fracaso, Moscú vigila en caso de que el mando de Ucrania esté preparando nuevas ofensivas. No obstante, por el momento las FFAA rusas realizan operaciones de defensa activa y mejoran sus posiciones "en prácticamente la totalidad" del espacio.
"Con respecto al presunto estancamiento de la contraofensiva [ucraniana], ha fracasado por completo", aseguró Putin en una entrevista con la cadena rusa Rossiya 1. El mandatario ruso reconoció al mismo tiempo que en el otro bando "vienen preparando nuevas ofensivas" en algunas direcciones. "Lo vemos, lo sabemos y reaccionamos en consecuencia", afirmó.
Rusia continúa desde el 24 de febrero de 2022 una operación militar especial en Ucrania para defender las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, previamente reconocidas por Moscú como Estados soberanos, frente al genocidio cometido por parte de Kiev.