En un antiguo refugio de aguas termales de los gobernantes incas en la provincia peruana de Cajamarca, los investigadores descubrieron una nueva especie de pequeños crustáceos carroñeros de agua dulce, similares a camarones, que prosperan a temperaturas récord donde otros crustáceos podrían morir cocinados.
Los investigadores japoneses y peruanos que los hallaron quedaron atónitos cuando descubrieron en las aguas termales de los Baños del Inca a estos anfípodos, pertenecientes a una especie nunca antes descrita de 'Hyalella', un género de anfípodos endémico de América. Aunque en general a los anfípodos se les conoce comúnmente como camarones de agua dulce, en realidad no lo son. Estos animales viven en hábitats acuáticos y semiacuáticos frescos y por eso causaron tanta sorpresa a los científicos.
"Aunque el anfípodo es un taxón con una gran diversidad de hábitats, el descubrimiento de una nueva especie en un ambiente de alta temperatura previamente inesperado es muy sorprendente", dijo Ko Tomikawa, de la Universidad de Hiroshima, quien dirigió la investigación. "Este es un hallazgo importante porque indica que la diversidad de hábitats de los anfípodos es mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente", añadió.
La nueva especie recibió el nombre científico de 'Hyalella yashmara' en honor a las dos hijas de uno de los investigadores. La especie 'H. yashmara' es muy similar al anfípodo peruano 'H. meinerti', pero se diferencia de este en las extremidades con garras que utilizan para alimentarse, sujetar a su pareja y moverse, así como en las branquias que utilizan para respirar y en estructuras de la cola. La descripción detallada de la nueva especie se publicó recientemente en Invertebrate Systematics.
Los experimentos demostraron que el 'H. yashmara' no puede sobrevivir más de 24 horas en aguas a una temperatura inferior a 19,8 °C. Los estudios de campo revelaron que estos anfípodos merodean alrededor de piscinas que se mantienen a 50 °C, no lejos de la fuente de las aguas termales de 78° C, y en canales enfriados a 35 °C.
Los científicos notaron que estas criaturas están prácticamente inertes temprano en la mañana, cuando las temperaturas oscilan entre 35 °C y 40 °C, y aumentan su actividad a medida que hace más calor durante el día. Las pruebas revelaron que pueden sobrevivir a temperaturas de hasta 52,1°C, las más altas registradas para los anfípodos. Esta temperatura es suficiente para cocinar hasta la muerte otros crustáceos, incluidos algunos de sus parientes, los camarones.
"Muchos animales no pueden tolerar ambientes de alta temperatura porque las proteínas se desnaturalizan térmicamente a altas temperaturas. Suponemos que la nueva especie encontrada en las aguas termales de Perú ha adquirido una proteína que es altamente activa a altas temperaturas durante el curso de la evolución", explicó Tomikawa.