Casi un tercio de los cuatro evangelios está dedicado a relatos de la muerte de Cristo, los incidentes que la precedieron y siguieron.
Un escritor nos ha recordado que los otros dos tercios de los cuatro evangelios se dedican a la preparación del relato de la muerte de Cristo.
Si los hombres que nos dieron el relato de la vida de Jesús pensaron que su muerte era un acontecimiento de tal importancia que justificaba dedicarle una porción tan grande de su atención, ¿no es posible que nos hayamos equivocado al comprender la importancia comparativa de la cruz? ?