Me alegré mucho al encontrar que algunos de ustedes viven de acuerdo con la verdad, como Dios el Padre nos mandó.
Ahora les pido que nos amemos los unos a los otros. Este mandamiento no es nuevo: es el mismo que se nos dio desde el principio. El que ama de verdad también obedece los mandamientos de Dios, y como ustedes lo han sabido desde el principio, Dios nos manda que vivamos amando siempre a los demás.