Entonces mucha gente de los judíos supieron que Él estaba allí; y vinieron no solamente por causa de Jesús, sino también por ver a Lázaro, a quien había resucitado de los muertos.
Pero los príncipes de los sacerdotes consultaron para matar también a Lázaro, porque por causa de él, muchos de los judíos se apartaban y creían en Jesús.