El papa Francisco aprobó este martes la renuncia del obispo de Sosnowiec (Polonia), Grzegorz Kaszak, una decisión que los medios polacos vinculan a un reciente escándalo sexual, con implicaciones penales, ocurrido precisamente en su diócesis.
Un sacerdote de la rectoría de la ciudad de Dąbrowa Górnicza, que pertenece a la región administrativa de Silesia, supuestamente organizó una orgía homosexual en su residencia en la noche del 30 al 31 de agosto, recuerda el periódico Rzeczpospolita. Uno de los participantes de ese evento fue un prostituto que perdió el conocimiento durante la actuación. Entonces el cura, identificado como Tomasz Z., no quiso abrir la puerta de su apartamento a los socorristas que acudieron para prestarle ayuda. Lo hizo solo cuando intervino la Policía.
La Fiscalía está investigando el caso en virtud de un artículo del Código Penal, que estipula castigos por falta de asistencia, aunque todavía no ha presentado cargos a ninguna persona involucrada.
Mientras tanto, el propio sacerdote cuestionó si lo ocurrido correspondía a la definición de la palabra "orgía" y calificó las publicaciones sobre el tema como "un obvio ataque a la Iglesia, incluidos el clero y los creyentes". Además, se opuso a la idea de que "estaba consciente del peligro" para la vida de otra persona o que "no quiso tomar medidas para salvarla".
Una comisión eclesiástica estableció, a partir de los testimonios de varias personas entrevistadas, que había sido cometido "un delito en el sentido del derecho canónico". A comienzos de este octubre, Tomasz Z. fue despedido de todas sus funciones. El obispo de Sosnowiec (ahora dimitido) anunció un severo castigo por la orgía homosexual, y contempló incluso la expulsión del sacerdocio como último recurso.
El Vaticano no ofreció explicación alguna para la destitución del obispo. Según datos de los medios, el arzobispo Adrian Galbas, de Katowice, que es superior respecto al jefe relevado de la diócesis, ha sido designado para administrar la sede vacante.