Los líderes de la secta surcoreana Grace Road Cult serán expulsados de Fiyi, afirmaron este jueves las autoridades de inmigración del país, citadas por AFP.
La líder del culto, Shin Ok-ju, convenció en el 2014 a cientos de sus seguidores mudarse a Fiyi porque, según ella, Corea del Sur está condenada al hambre y los desastres. La secta ganó peso político y comercial en el país insular, comprando terrenos agrícolas y creando una red de exitosas empresas.
En julio del 2017, Shin fue detenida junto con otros tres líderes de la secta en el aeropuerto surcoreano de Incheon. La acusaron de mantener cautivas a unas 400 personas en Fiyi y retener sus pasaportes. Además, acusaron a Shin de organizar rituales violentos, como palizas colectivas, a las cuales fueron sometidas las personas que querían abandonar la secta. En agosto del 2019, fue condenada a 6 años de prisión.
"Las víctimas sufrieron sin poder hacer nada contra golpizas colectivas, y experimentaron no solo torturas físicas, sino también un miedo severo y choque mental considerable", reza la sentencia de un tribunal surcoreano.
De acuerdo con el ministro del Interior de Fiyi, Pio Tikoduadua, el anterior gobierno ignoró las reiteradas solicitudes de la Interpol de detener a los líderes de Grace Road Cult. Agregó que siete miembros del culto, incluido Daniel Kim, hijo de Shin, fueron declarados proscritos. Cuatro de estos ya han sido detenidos, y dos de ellos fueron extraditados a Seúl, declaró el ministro este miércoles. Mientras tanto, otros dos, incluido el presidente interino del culto, Sung Jin-lee, fueron liberados por decisión del Tribunal Supremo de Fiyi.
Además, Tikoduadua dijo que dos miembros de la secta lograron escapar y "siguen en libertad". Entre ellos, Daniel Kim.