El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu, ha cifrado este martes en más de 66 000 las bajas sufridas por el Ejército ucraniano en sus filas desde el inicio de los contraataques y ha agregado que más de 7600 unidades de armamento de Kiev fueron totalmente destruidas.
Solo durante el último mes, ha detallado, las fuerzas rusas derribaron 159 cohetes HIMARS, más de 1000 vehículos aéreos no tripulados y 13 misiles de crucero pertenecientes a Ucrania.
“El régimen de Kiev, a pesar de las colosales pérdidas, ya lleva tres meses intentando realizar la llamada contraofensiva. Las Fuerzas Armadas de Ucrania no lograron sus objetivos en ninguna de las direcciones”, ha subrayado.
Ha lamentado que, pese al fracaso de la operación, Kiev insiste desesperadamente en continuarla para “mostrar a los patrocinadores occidentales al menos algo de éxito” en el campo de batalla con el fin de seguir obteniendo ayuda militar.
Ha dicho que mientras las Fuerzas Armadas de Rusia atacan la infraestructura militar ucraniana, Kiev apunta a “objetivos civiles y promociona esos ataques terroristas como victorias militares”.
Shoigu ha advertido que las acciones hostiles de Ucrania y el apoyo militar del Occidente a Kiev solo prolongarían el conflicto.