A pesar de que el informe de Eurostat asegura que los países de la Unión Europea redujeron considerablemente su dependencia energética de Rusia, la supuesta autonomía de los suministros rusos costaron muy caro a los países del bloque, destacó el experto ruso en materia de energía Serguéi Pikin.
El informe publicado por la mencionada agencia europea señala que el volumen de petróleo ruso importado por los países de la UE disminuyó del 29,2% (en 2021) al 2,3% (a finales de junio de 2023), y de gas del 38,5% al 12,9%, para el mismo período.
"Europa ha sufrido grandes sacudidas de precios. Recordemos que hace un año el costo del gas en la UE era de dos mil euros o más. Resulta que el precio de 'librarse de la dependencia' es de alrededor de un billón de euros. Eso es lo que cuesta esta independencia de fuentes de energía rusas", declaró Pikin, que es el director del Fondo de Desarrollo Energético de Rusia.
El experto destacó que Moscú seguiría suministrando el gas licuado, ya que éste "no se ha ido a ninguna parte del mercado europeo", pero los flujos por gasoducto son "muy reducidos". Estados Unidos, en opinión del analista, es el que más se ha beneficiado de la situación y ha aumentado sus exportaciones al Viejo Continente.
En cuanto al abastecimiento de petróleo, también en este caso los europeos "tuvieron que pagar el precio", señaló Pikin.
"Ha habido cambios en la logística de los envíos de petróleo. Ahora suministramos todo el petróleo al Sudeste Asiático, la India, Oriente Medio, y ya desde el Oriente Medio el crudo llega a Europa. Es decir, los europeos han elegido las rutas más largas posibles", explicó.
Conforme con el especialista, si Rusia dejara de suministrar su petróleo a cualquier parte, "no solo Europa, sino todo el mundo tendría problemas". Pikin recordó que, cuando existía tal riesgo —en marzo-abril del año 2022— el precio del petróleo alcanzaba los 140 dólares, y la gasolina en las estaciones de servicio estadounidenses "costaba el doble que ahora".
"Y entonces todos se asustaron, se dieron cuenta de que habían ido demasiado lejos. Por eso ahora, a pesar de que vendemos petróleo por encima del 'techo de precios' y en los mismos volúmenes que antes, nadie bloquea estos transportes, porque temen que la situación sea igual que el año 2022, o incluso peor", concluyó el analista ruso.