Hermanos, queremos hablarles sobre la venida de nuestro Señor Jesucristo y el momento en que nos encontremos con él.
No se preocupen ni se inquieten fácilmente ni tengan miedo si oyen decir que el Señor ya regresó, como si fuera una profecía o un mensaje. Tampoco hagan caso si se lo escriben en una carta diciendo falsamente que es de parte nuestra. No permitan que nadie los engañe de ninguna manera. El día del Señor llegará después de que ocurra la rebelión contra Dios, que no sucederá sino hasta que aparezca el hombre maligno destinado a la destrucción.
Ese hombre maligno está en contra de todo lo que se llama dios o de todo a lo que se le rinde culto. Incluso entra en el templo de Dios y se queda ahí haciéndose pasar por Dios. Recuerden que cuando estuve con ustedes les dije que eso iba a suceder.
Ustedes ya saben lo que lo detiene por ahora, para que el hombre maligno aparezca a su debido tiempo. El poder secreto del mal ya está en acción en el mundo, sólo falta que el que lo detiene se quite del camino. Entonces aparecerá ese hombre maligno y el Señor Jesucristo lo matará de un solo soplo y lo destruirá con el esplendor de su llegada.
El hombre maligno aparecerá por obra de Satanás y tendrá mucho poder para hacer señales y milagros falsos. Ese hombre maligno hará todo lo que pueda para engañar a los que están perdidos porque no han querido amar la verdad y así ser salvos. Ellos no quisieron aceptar la verdad, por lo tanto Dios les enviará un poder engañoso que los alejará de la verdad y los hará creer en la mentira. Entonces todos los que no quisieron creer en la verdad y que disfrutaban haciendo el mal, serán condenados.