Pero Timoteo acaba de regresar y nos ha dado muy buenas noticias sobre la fe y el amor que ustedes tienen.
Nos dijo que guardan muy buenos recuerdos de nosotros y tienen muchas ganas de vernos de nuevo, igual que nosotros a ustedes. Por eso, hermanos, a pesar de todos nuestros sufrimientos y dificultades, todavía nos sentimos animados porque ustedes tienen mucha fe. En realidad, al saber que ustedes siguen firmes en el Señor, nos sentimos reanimados.
Es tan inmensa la alegría que sentimos ante Dios por ustedes, que no es posible agradecerle lo suficiente. Seguimos orando mucho por ustedes día y noche. Oramos para que podamos estar de nuevo allí con ustedes y darles todo lo que necesitan para mantener muy fuerte su fe. Ahora pedimos que Dios nuestro Padre y nuestro Señor Jesucristo preparen el camino para que podamos llegar hasta ustedes.
Le pedimos al Señor que aumente y multiplique el amor que tienen unos por otros y por todos, y que ustedes se amen unos a otros, así como nosotros los amamos a ustedes. Todo esto lo pedimos para que él los fortalezca interiormente y para que sean santos ante Dios nuestro Padre. De esa manera estarán preparados cuando nuestro Señor Jesús regrese de nuevo con todos sus santos.