La situación en Suiza es similar a la de los países de su entorno, escribe el SPI. Alemania también tuvo una tasa de abandono de la Iglesia Católica Romana del 1,5%, y Austria del 1,6%. Según el informe, la Iglesia Protestante Reformada de Suiza también experimentó un número récord de salidas en 2021. Alrededor de 28.540 personas se habían marchado en 2021; frente a unas 26.000 en 2019. A finales de 2021, 1,96 personas seguían perteneciendo a la Iglesia Protestante.
En cuanto a la confesión, el SPI y la Oficina Federal de Estadística para 2020 sitúan a los católicos romanos en primer lugar, con el 33,8% de la población residente permanente; seguidos por los no confesionales (30,9%) y los protestantes reformados (21,8%). En 2016, los no confesionales habían superado a los protestantes-reformados.
Los motivos del abandono se determinan mediante entrevistas telefónicas
Según el director del proyecto científico en el SPI, Urs Winter-Pfändler, la pandemia de Corona tuvo un papel más bien desordenado en las salidas: más bien afectó a otros factores como la asistencia a los servicios religiosos, los bautizos o las confirmaciones. El instituto determinó los motivos de estas desviaciones a partir de registros de datos especiales de la oficina de estadística mediante entrevistas telefónicas.
Según los datos, los católicos se fueron principalmente por las declaraciones públicas de la Iglesia. Según el SPI, es probable que los temas sean la posición de las mujeres en la iglesia, el trato a las parejas del mismo sexo o a los que se han vuelto a casar, y las cuestiones sobre el principio y el final de la vida; por ejemplo, el aborto y el suicidio asistido.
Con algo menos de frecuencia, el motivo aducido para abandonar fue la pérdida o la falta de fe. Entre los protestantes reformados ocurre exactamente lo contrario. En este caso, las cuestiones de fe fueron el principal motivo de abandono, al igual que los impuestos eclesiásticos ahorrados. En comparación con 2014, el SPI afirma que estos motivos no han cambiado a lo largo de los años. Ni la Iglesia católica ni la reformada han conseguido cambiar los motivos de la salida.