Según un informe reciente publicado por la agencia de estadísticas del gobierno de Canadá, los crímenes de odio cometidos hacia la Iglesia Católica en el país han aumentado notablemente. Las cifras obtenidas calculan que la violencia ha aumentado en un 260% del 2020 al 2021.
Exactamente, los actos vandálicos en contra de la comunidad católica canadiense en 2020 fueron un total de 43, número que aumentó a 155 en 2021. Dentro de estos ataques, se encuentran: profanación de objetos sagrados, amenazas contra ministros eclesiales y quemas de parroquias, capillas y oratorios.
Una de las razones por las que estos actos anticatólicos aumentaron se debe a polémicas recientes sobre las tumbas halladas en las pensiones regentadas por la Iglesia Católica en Canadá.
Aunque los estudios se realizaron en agosto, muchas comunidades afirman que gran parte de los ataques a al Iglesia han sido omitidos, pues el gobierno y los medios de comunicación no hablan lo suficiente sobre ello.
Desde la perspectiva de la directora del Observatorio de Intolerancia y Discriminación hacia los cristianos en Europa, Madeleine Enzlbelger, se trata de la tendencia de un fenómeno global.
Asimismo, el Papa Francisco viajó en julio de este año a las tierras canadienses con la intención de aquietar la controversia surgida entre las poblaciones indígenas de las Primeras Naciones y la Iglesia Católica en Canadá. Este viaje recibió el nombre de «peregrinación penitencial».