El jefe del Servicio Federal de Supervisión de las Telecomunicaciones de Rusia, Roskomnadzor, Andrei Lipov, ha propuesto prohibir la «propaganda» LGTBI en todas las edades «ya que son los adultos quienes contribuyen a la formación de actitudes de vida y orientan los valores de las generaciones más jóvenes».
Lipov ha señalado la necesidad de sacar adelante una legislación más ambiciosa para prohibir que se promuevan «relaciones sexuales no tradicionales entre los rusos», ya que con la actual lleva «mucho tiempo» en ocasiones cerrar aquellos espacios en donde tendría lugar este tipo de contenidos.
«Actualmente pasan varios meses desde el momento en que dicha información es revelada al tribunal hasta que se declara prohibida su distribución. Al mismo tiempo, estos materiales continúan estando disponibles gratuitamente para su lectura y reproducción», ha lamentado, cuenta la agencia Interfax.
Según ha contado Lipov hay más de 7.200 casos a la espera de una decisión judicial y cada uno de ellos «es una bomba». La principal fuente de esa información procede de medios que operan ilegalmente o plataformas audiovisuales de Internet, aunque este año, ha destacado, se están promoviendo «relaciones sexuales no tradicionales» a través de libros y otras publicaciones escritas.
«Desafortunadamente, la legislación actual no permite responder a la distribución de tales libros», ha vuelto a lamentar Lipov, quien ha asegurado que el ente regulador de medios en Rusia ha recibido «más de mil quejas» por este tipo de «propaganda» en libros a los que los menores tienen fácil acceso.
«Para proteger a nuestra sociedad de la promoción de relaciones sexuales no tradicionales, así como de otras desviaciones sexuales, incluidas la pedofilia y la violencia sexual, entre otras, es necesario prohibir la promoción de las desviaciones sexuales entre personas de cualquier edad», ha aseverado.
«No sólo entre los niños», ya que «los adultos son quienes contribuyen a la formación de actitudes de vida y orientan los valores de las generaciones más jóvenes», ha insistido Lipov, quien ha pedido que se apoye su propuesta para proteger la «soberanía espiritual y moral».