El Grupo Barna ha publicado recientemente el estudio The Open Generation(La generación abierta), cuyo objetivo es “ayudar a los líderes de las iglesias a comprender mejor a los adolescentes de todo el mundo”.
En total, han entrevistado a casi 25.000 adolescentes de entre 13 y 17 años, y de 26 países diferentes. Entre ellos, el 22% se identifican como cristianos comprometidos, el 30% como cristianos nominales y el resto dicen tener creencias distintas o ser agnósticos o ateos.
El estudio se ha llevado a cabo en asociación con Alpha, Biblica y World Vision, además del apoyo adicional de Christian Vision, Bible Study Fellowship, Christ In Youth y la Association of Christian Schools International.
Según los autores del estudio, “es raro que los adolescentes piensen mal de Jesús”. “La impresión global de Jesús es que es digno de confianza, generoso, sabio, pacífico, y la lista brillante continúa”.
Además, “las ideas neutrales sobre Jesús son más comunes que la negatividad, incluso entre los no cristianos”, con un 46% que dice que ofrece esperanza; dos de cada cinco (43%), que se preocupa por la gente; y más de un tercio, que es confiable (39%) y generoso (37%).
Sin embargo, solo el 24 % piensa que Jesús marca una diferencia real en el mundo de hoy, y el 23 % cree que es posible tener una relación personal con él.
Mientras tanto, solo el 8% asegura que ve a Jesús como separado de los problemas reales actuales, el 7% piensa que juzga a las personas incorrectamente, el 6% piensa que es irrelevante y el 4% dice que es hipócrita.
Más de un tercio (36%) de los encuestados ha señalado que “Jesús es Dios en forma humana que vino a perdonarnos nuestros pecados”, en respuesta a la pregunta sobre qué descripción de Jesús es más importante para ellos.
El estudio también muestra que el 47% de los adolescentes cristianos cree que Jesús fue crucificado y un tercio cree que resucitó, pero entre los profesan otra fe eso baja al 15%, y solo el 13% entre los que dicen no tener fe creen eso.
“En toda la generación, hay poca comprensión o confianza en las enseñanzas sobre la encarnación, la resurrección y la relevancia actual de Jesús, incluso cuando los adolescentes aplauden los principios de su vida y carácter”, explican los investigadores.
“Los adolescentes respetan la Biblia y sienten curiosidad por su contenido, pero en general, no están muy seguros de cómo las Escrituras pueden informar e influir en el mundo que los rodea”, subrayan los autores de la encuesta.
Más de un tercio (36%) de todos los adolescentes encuestados han respondido que la Biblia es verdadera, y el 41 % cree que está inspirada por Dios. Pero solo el 32 % dice que es relevante.
Además, el estudio señala que el 38% de los encuestados está totalmente de acuerdo en que la Biblia enseña acerca de vivir una vida significativa. El 36% dice que la Biblia les ayuda a entender su propósito en la vida, y el 34% afirma que les ayuda a vivir sabiamente en la sociedad actual.
La publicación también enfatiza que “la comunidad y las relaciones juegan un papel integral en la calidad y la frecuencia con la que los adolescentes leen la Biblia”. “La orientación de los padres y pastores, así como de otras personas en la comunidad de la iglesia, puede tener una influencia considerable en el viaje de un joven con las Escrituras y la aplicación de las enseñanzas bíblicas”, remarcan.