Así, Idaho se convirtió en el tercer estado de EE.UU. después de Indiana y Texas en ser demandado por el grupo religioso, que busca proteger los derechos de sus miembros.
La demanda, presentada en el Tribunal de Distrito de los Estados Unidos en Idaho, argumenta que la ley de este estado viola no solo las libertades religiosas de sus miembros, sino también somete a las mujeres embarazadas a la servidumbre involuntaria, toma la "propiedad" [en referencia al cuerpo] de las mujeres embarazadas y discrimina entre las que se quedan embarazadas por accidente de las que afirman haberse quedado embarazadas como consecuencia de una violación.
El TST tiene su sede en Salem, Massachusetts, pero sus seguidores viven en todas las partes de EE.UU. Así, la demanda afirma que la libertad de los 3.500 miembros del Templo Satánico en Idaho fue violada por la nueva ley del aborto. James Mac Naughton, un abogado que representa al Templo, destacó que la introducción de la nueva ley "despertó políticamente a un gigante dormido entre las mujeres y agitó un avispero de cuestiones legales".
