Benigna Cardoso, la niña brasileña de 13 años asesinada fue beatificada por el Vaticano

Benigna Cardoso da Silva, conocida como Menina Benigna, tenía 13 años en 1941 cuando fue asesinada brutalmente después de resistirse a una violación en Santana do Cariri, en el estado brasileño de Ceará. Venerada por los católicos como mártir de la pureza y de resistencia contra el feminicidio, el lunes fue beatificada por el Vaticano. 
Más de 300 sacerdotes y obispos y unas 20.000 personas de diferentes partes del país viajaron al municipio de Crato, en la región del Cariri, para asistir a la ceremonia oficiada por el cardenal Leonardo Steiner, quien representó al papa Francisco.
"Ejemplo benigno de la no subyugación de las mujeres, defensora de su propia fuerza y valor, de la dignidad y la belleza, de la sexualidad y la maternidad, del vigor y la ternura", aseguró Steiner.
Beatificada 81 años después de su muerte, su imagen, de un metro de altura y en la que aparece con el vestido rojo y motas blancas que supuestamente portaba cuando la asesinaron, fue trasladada a su ciudad natal y, tras ser bendecida en la iglesia, llevada en procesión hasta el lugar donde fue enterrada.  
Este miércoles, el papa destacó desde Italia que Benigna, "siguiendo la palabra de dios, mantuvo su vida pura, defendiendo su dignidad". 
El proceso de beatificación comenzó en 2013, cuando la diócesis de Crato recibió del Vaticano el 'nihil obstat' (nada que objetar) para comenzar la búsqueda del título de beata. La ceremonia estaba prevista para 2020, pero se pospuso por la pandemia.
Benigna es la primera beata de Ceará y la cuarta mártir de Brasil y puede ser venerada en los templos católicos de todo el país. Pero las peregrinaciones ocurren desde hace décadas, en las que sus fieles le atribuyen numerosos milagros. Algunas de las mujeres que acuden lo hacen con el ya mítico vestido rojo y son muchas las que recogen agua del pozo al que acudió la santa antes de morir.  
Nació el 15 de octubre de 1928 en Santana do Cariri. Tras perder a sus dos padres, ella y sus hermanos fueron adoptados por una familia. La niña descrita por su modestia, timidez y caracter meditativo, comenzó a ser acosada por el joven que la terminaría asesinando, Raul Alves, cuando tenía 12 años de edad. Tras consultar al vicario, este le aconsejó que se cambiase de escuela. Así lo hizo, pero eso no fue suficiente para detener a Alves.
A las cuatro de la tarde del 24 de octubre de 1941 Benigna, que era un amante de la naturaleza, regresaba de un pozo cuando en el camino fue abordada por Alves. Tras negarse a tener relaciones sexuales con él, este la asesinó a machetazos y fue preso poco después. 
"Le invadió un odio feroz. Sacó un machete y la golpeó cortándole los dedos de la mano (...) después de eso le alcanzó en la cabeza, en la espalda y por fin en el cuello, un golpe que le dejó la cabeza casi cercenada", explican en la página web en memoria de la joven.
Alves volvería 50 años después al lugar del crimen, donde mostró su arrepentimiento. 
Su historia se popularizó y pasó a ser venerada como símbolo contra la violencia sexual de niñas y adolescentes. Desde noviembre de 2019, el 24 de octubre pasó a ser el día de la lucha contra el feminicidio en Ceará, uno de los estados que registra mayores índices de violencia contra las mujeres.
En su testimonio dado al Vaticano para el proceso de beatificación y divulgado por la prensa local, Raimundo Alves Feitosa, de 98 años y quien fue compañero de clase de Benigna, dijo que era una "niña gentil, muy educada" y que "destacaba por su simplicidad y prudencia".
"Su fama de santidad y martirio es justa", aseveró.