La NASA culminó con éxito este lunes la primera colisión entre una sonda espacial y un asteroide con el objetivo de probar el primer sistema de protección planetaria en caso de un eventual impacto de un cuerpo celeste contra la Tierra. El histórico choque forma parte de la misión Prueba de Redireccionamiento de Asteroide Doble (DART, por sus siglas en inglés).
En concreto, la misión DART busca desviar el asteroide lunar Dimorphos, de 160 metros de diámetro y una masa de 5.000 millones de kilos, para tratar de cambiar su órbita alrededor del asteroide Didymos (de 780 metros de diámetro), es decir, el cuerpo madre en torno al cual gira.
Se estima que la sonda espacial, que se desplaza a unos 6 kilómetros por segundo, chocó casi frontalmente contra Dimorphos, que no representa una amenaza para el planeta, probando así la eficacia del método conocido oficialmente como desviación por impacto cinético. Los cálculos de la NASA indican también que el período orbital de Dimorphos alrededor de Didymos, que actualmente es de 11 horas y 55 minutos, se reducirá en unos minutos.
La agencia aeroespacial estadounidense explicó que la sonda 'kamikaze' enviará datos e imágenes hasta el mismo momento de la colisión. Tras el impacto, los especialistas calcularán con el uso de telescopios terrestres hasta qué punto se ha logrado desviar el asteroide.
Mientras, el satélite Licia, de fabricación italiana, que se separó de DART días antes de 'la hora H', también enviará contenido fotográfico, captando los momentos posteriores a la colisión. En particular, el dispositivo captará el hemisferio opuesto de Dimorphos que DART nunca verá y recabará imágenes de la superficie del asteroide, así como los escombros expulsados del cráter que potencialmente se formará tras el choque.
Aunque actualmente ninguno de los asteroides conocidos de más de 140 metros de tamaño tiene "una posibilidad significativa" de chocar contra la Tierra en los próximos 100 años, solo un 40 % de estos asteroides fueron encontrados hasta octubre de 2021, según la NASA.