las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no
según Cristo.
COLOSENSES 2.8
Aunque el registro bíblico choca en muchos puntos con las hipótesis naturalista y evolucionista, la Biblia no está en conflicto con un solo hecho científico. De hecho, todos los resultados geológicos, astronómicos y científicos se pueden reconciliar con facilidad con el registro bíblico. El conflicto no es entre la ciencia y las Escrituras, sino entre la confiada fe del que cree en la Biblia y el escepticismo voluntarioso del naturalista.La ciencia nunca ha desmentido una sola palabra de las Escrituras. Por otro lado, la teoría evolucionista siempre ha estado en conflicto con las Escrituras y siempre lo estará. Pero la noción de que el universo evolucionó por medio de una serie de procesos naturales continúa siendo una hipótesis sin haberse comprobado y sin poderse comprobar, por lo que no puede considerarse como científica. No hay prueba alguna de que el universo haya evolucionado de forma natural. La evolución no es más que una dudosa
teoría, que constantemente es objeto de variaciones y modificaciones. En fin de cuentas, la teoría de la evolución tiene que ser aceptada por fe.
Cuánto mejor es basar nuestra fe en el fundamento seguro de la Palabra de Dios. No hay fundamento para el conocimiento que sea comparable o supere a las Escrituras. A diferencia de la teoría científica, la Palabra de Dios es eternamente inmutable. A diferencia de las opiniones del hombre, su verdad es revelada por el mismo Creador. Como algunos suponen, la Biblia no es incompatible con la ciencia. La verdadera ciencia siempre ha confirmado las enseñanzas de las Escrituras. Por ejemplo, la arqueología ha demostrado una y otra vez la veracidad del registro bíblico. Dondequiera que el registro bíblico de la historia pueda examinarse para su comprobación arqueológica confiable, siempre se ha comprobado la veracidad del registro bíblico.
¿Dónde ha visto a personas tener puntos de vista claramente en conflicto con la Palabra de Dios?