Jesús anuncia su muerte por tercera vez

Jesús llevó a los doce discípulos aparte y dijo: Escuchen, subimos a Jerusalén, donde todas las predicciones de los profetas acerca del Hijo del Hombre se harán realidad. Será entregado a los romanos, y se burlarán de él, lo tratarán de manera vergonzosa y lo escupirán. Lo azotarán con un látigo y lo matarán, pero, al tercer día, resucitará.
 
Pero ellos no entendieron nada de esto. La importancia de sus palabras estaba oculta de ellos, y no captaron lo que decía.