Yo, Juan, el anciano, le escribo esta carta a Gayo, mi querido amigo, a quien amo en la verdad. Querido amigo, espero que te encuentres bien, y que estés tan saludable en cuerpo así como eres fuerte en espíritu. Hace poco regresaron algunos de los maestros itinerantes, y me alegraron mucho cuando me contaron de tu fidelidad y de que vives de acuerdo con la verdad. No hay nada que me cause más alegría que oír que mis hijos siguen la verdad. .