En declaraciones ofrecidas este viernes en una reunión con un grupo de trabajadores, el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, ha señalado que el mandatario ucraniano, Volodímir Zelenski, busca armas de largo alcance para impactar con fuerza las ciudades limítrofes rusas como Kursk, Rostov, Oriol y Bélgorod.
El presidente bielorruso ha urgido al Gobierno de Kiev a “no realizar esto en ningún caso porque entonces Rusia disparará armas de otro nivel contra Ucrania, contra quienes toman tales decisiones”.
Lukashenko ha agregado que las autoridades ucranianas no deciden directamente y este asunto depende de quienes las empujan.
En este sentido, ha resaltado la orden del presidente de EE.UU., Joe Biden, de designar 1,5 mil millones de dólares al mes en asistencia militar a Ucrania, y ha cuestionado que ¿es esta ayuda de EE.UU. para alimentar la guerra? Lukashenko ha aseverado que los estadounidenses deben saber que esto es solo el comienzo.
En otra parte de su discurso, el mandatario ha denunciado que Occidente quiere involucrar a Bielorrusia en el conflicto en Ucrania con el fin de destruirla tras el fracaso de su plan en 2020 en las protestas poselectorales, pues, ha dejado claro que Minsk no busca entrar en los enfrentamientos, pero no dudará en responder, si Ucrania ataca el territorio bielorruso.
El apoyo de Minsk a Moscú es irrefutable, toda vez que Bielorrusia y Rusia se han constituido como el Estado de la Unión —una entidad supranacional entre ambos países—. En el curso de la operación militar rusa, iniciada el 24 de febrero, aunque Lukashenko puso de relieve su postura neutral en el conflicto ruso-ucraniano, ordenó al Ministerio de Defensa del país evitar ataques contra fuerzas rusas en Ucrania por la retaguardia.