No traten de amontonar riquezas aquí en la tierra. Esas cosas se echan a perder o son destruidas por la polilla. Además, los ladrones pueden entrar y robarlas.
Es mejor que amontonen riquezas en el cielo, allí nada se echa a perder ni la polilla lo destruye. Tampoco los ladrones pueden entrar y robar.
Recuerden que la verdadera riqueza consiste en obedecerme de todo corazón, los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o tu maldad se refleja en tu mirada.