Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ruego que todos estén siempre de acuerdo y que no haya divisiones entre ustedes.
Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera, digo esto, hermanos míos, porque he sabido por los de la familia de Cloe que hay discordias entre ustedes.
Quiero decir, que algunos de ustedes afirman: Yo soy de Pablo; otros: Yo soy de Apolo; otros: Yo soy de Cefas; y otros: Yo soy de Cristo.
¿Acaso Cristo está dividido? ¿Fue crucificado Pablo en favor de ustedes? ¿O fueron ustedes bautizados en el nombre de Pablo?
¡Gracias a Dios que yo no bauticé a ninguno de ustedes, aparte de Crispo y de Gayo!, así nadie puede decir que fue bautizado en mi nombre. También bauticé a la familia de Estéfanas, pero no recuerdo haber bautizado a ningún otro, pues Cristo no me mandó a bautizar, sino a anunciar el evangelio, y no con alardes de sabiduría y retórica, para no quitarle valor a la muerte de Cristo en la cruz.