A través de dos cartas remitidas al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y al presidente del Consejo de Seguridad del organismo internacional, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria ha condenado categóricamente la decisión del Gobierno turco.
La denuncia de Siria se produce luego de que el presidente Recep Tayyip Erdogan anunciara el lunes que Turquía está preparándose para una nueva operación militar en el norte de Siria, región en la que el Ejército turco no tiene el control, para establecer una zona segura de 30 kilómetros a lo largo de su frontera sur con el fin de frenar lo que caracterizó como “amenazas terroristas”.
La Cancillería siria ha recalcado que el objetivo de Ankara es crear un foco explosivo dentro de Siria y seguir apoyando y armando a las organizaciones terroristas para utilizarlas contra el pueblo sirio, pues, de hecho, ha denunciado que la “agenda extremista” del Gobierno turco se ha convertido en una amenaza potente para la paz y la seguridad tanto al nivel regional como internacional.
“La agresión, ocupación y limpieza demográfica son las características legales y realistas que se aplican a la presencia ilegal turca en el territorio sirio”, alerta Siria insistiendo en que las acciones ilegales de Turquía en el país levantino son un crimen de guerra y lesa humanidad.
De este modo, ha puesto énfasis en que la soberanía, independencia, seguridad e integridad territorial de Siria no deben ser una carta de chantaje y negociación entre el sistema político radical de Turquía y la Organización “colonizadora” del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que busca irresponsablemente ampliar el círculo del conflicto a esta región del mundo, según precisa la Cancillería siria.
Siria ha advertido asimismo a las fuerzas estadounidenses establecidas en el noreste de este país de no proporcionar cualquier excusa falsa al régimen turco para justificar sus políticas y planes coloniales en el territorio sirio, mientras ha instado a la ONU y a sus países miembros a que adopten una medida ante el peligroso proyecto de Turquía.
En este contexto, se ha reservado su derecho a tomar todas las medidas necesarias estipuladas en la Carta de la ONU y el derecho internacional para poner fin a las prácticas de agresión, ocupación y limpieza étnica del Gobierno turco.
Turquía ha desplegado militares en las zonas norteñas del país levantino, so pretexto de combatir a las milicias kurdas, a las que considera terroristas. Sin embargo, Damasco ha denunciado en reiteradas ocasiones la presencia de Turquía en su territorio, calificándola de ocupación, y enfatiza que la principal razón que impulsa la escalada de tensiones en el norte del territorio sirio es la “ocupación” de Ankara.