Del 15 al 16 de mayo ocurrirá el primer eclipse de Luna del año. Será totalmente visible en América Latina y en Europa a simple vista. El satélite natural de la Tierra se teñirá de rojo, dando lugar a la impactante luna de sangre.
La mitad oriental de Estados Unidos y toda América del Sur tendrán la oportunidad de ver todas las fases del eclipse lunar. El período en el cual la Luna se encuentra totalmente en la umbra será visible en gran parte de África, Europa occidental, América Central y del Sur, y la mayor parte de América del Norte.
Este eclipse será, además, más grande de lo usual, un fenómeno llamado superluna. Esto sucede porque durante el eclipse, la luna se encontrará a 362.126,5 kilómetros de la Tierra.
Según calcula NASA, el inicio del eclipse se estima a las 22:32 para Argentina, Chile Uruguay y Brasil, 21.32 de Bolivia y Paraguay o 20.32 de México y Perú. En tanto, en España, en todo el territorio peninsular, Baleares, Ceuta y Melilla el eclipse total comenzará a las 05:29 y terminará a las 06:54.
La primera fase será muy sutil, cuando la Luna entre en la penumbra de la Tierra y comience a oscurecerse. Luego, en la segunda etapa, comienza el eclipse parcial, es decir, la Luna empieza a entrar en la umbra de la Tierra y se ve como un mordisco en el satélite.
En la tercera fase empieza la totalidad del fenómeno. La Luna se vuelve de color rojo cobrizo. Más tarde, la Luna sale de la umbra de la Tierra y el color rojo se desvanece.
La NASA explica que el mismo fenómeno que hace que nuestro cielo sea azul y nuestras puestas de Sol rojas hace que la Luna se vuelva roja durante un eclipse lunar.
"Se llama dispersión de Rayleigh. La luz viaja en forma de ondas, y los diferentes colores de la luz tienen diferentes propiedades físicas. La luz azul tiene una longitud de onda más corta y se dispersa más fácilmente por las partículas de la atmósfera terrestre que la luz roja, la cual tiene una longitud de onda más larga", detallan Molly Wasser y Ernie Wright.
Si bien no es necesario utilizar ningún equipo especial para observar el eclipse, los astrónomos recomiendan unos prismáticos o un telescopio para realzar el color rojo. Lo indispensable para gozar de buenas condiciones de observación es estar en un entorno oscuro y alejado de las luces brillantes.