En Brasil, una de cada tres familias no tuvo dinero para comprar alimentos en algún momento de estos últimos 12 meses.
Fue hace ocho años, cuando Brasil fue retirado del Mapa Mundial del Hambre de la ONU. Pero, la imagen que el mayor productor de alimentos de América Latina se da hoy, es distinta. La cifra de personas que no pudieron comprar alimentos para su familia en algún momento, durante los últimos 12 meses, ha aumentado a un 36 por ciento. Un porcentaje que el país jamás había experimentado desde que se tiene registros.
El hambre está golpeando más fuerte a los más pobres. Entre el 20 por ciento de brasileños más pobres, la inseguridad alimentaria aumentó al 75 por ciento en 2021.
El estudio también señala que la brecha de género en la inseguridad alimentaria es seis veces mayor que el promedio mundial. Entre las mujeres se elevó al 47 por ciento, contra el 26 por ciento entre los hombres.
El tema de la hambruna podría ser un factor decisivo para las venideras elecciones presidenciales de octubre. De hecho, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, ya ha hecho de la seguridad alimentaria, una de sus promesas de campaña para los comicios.