La nueva relación: La hermandad de los creyentes

Hemos visto que cuando tomamos a Cristo como nuestro Salvador quedamos inmediatamente justificados y también inmediatamente tenemos una nueva relación con Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Además, cuando llegamos a esta nueva relación con el Dios Trino y Uno, todos aquellos que ya han aceptado a Cristo como su Salvador son nuestros hermanos.
Esto se denomina generalmente la «Comunión de los Santos».
Mat 23:8  Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 
Todos los hombres no son «hermanos», de acuerdo con el uso bíblico de esta palabra. Somos hermanos
de aquellos que tienen a Cristo por Salvador, y por lo tanto por su Maestro.
Gál 6:10  Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. 
Debemos hacer el bien a todos los hombres; pero hay una línea clara entre aquellos que son la «familia
de la fe» y las otras gentes.
Efe 2:19  Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, 
Antes de tomar a Cristo como Salvador, éramos forasteros y extranjeros; pero cuando aceptamos a Cristo por Salvador, nos hicimos conciudadanos con otros que habían hecho lo mismo.
1Ts 5:14  También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. 
1Ts 5:15  Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. 
Nuevamente se nos dice que debemos hacer el bien a todos los hombres, pero otra vez se aclara que hay una distinción entre aquellos que son de la familia de la fe y los otros.
1Pe 2:17  Honrad a todos. Amad a los hermanos. Temed a Dios. Honrad al rey. 
Hay una relación especial con aquellos que son hermanos en Cristo.
1Jn 1:3  lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. 
Una persona no puede tener intimidad espiritual con los cristianos hasta haber valorado los hechos del Evangelio Y. entonces, por supuesto, haber reaccionado ante ellos, aceptando a Cristo como su Salvador.
Apo 19:10  Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. 
Son definidos como hermanos aquellos que tienen el testimonio de Jesús.
Luc 10:27  Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 
Luc 10:28  Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. 
Luc 10:29  Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 
Luc 10:30  Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 
Luc 10:31  Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 
Luc 10:32  Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 
Luc 10:33  Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 
Luc 10:34  y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 
Luc 10:35  Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 
Luc 10:36  ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 
Luc 10:37  El dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Vé, y haz tú lo mismo. 
En el relato del Buen Samaritano se hace evidente que Dios nos ordena ser buenos vecinos para con todos los hombres; pero así como Dios no es nuestro Padre hasta que tomamos a Cristo como nuestro Salvador, igualmente sólo entramos en la hermandad a la cual se refiere la Biblia, cuando tomamos a Cristo como nuestro Redentor. Debemos ser buenos vecinos con todos: pero sólo somos hermanos, según el uso bíblico de esta palabra, con los verdaderos creyentes.
Jua 13:30  Cuando él, pues, hubo tomado el bocado, luego salió; y era ya de noche.
Jua 13:34  Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros;(F) como yo os he amado, que también os améis unos a otros. 
Jua 13:35  En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. 
Judas, el hombre que no creyó en Cristo, había dejado la mesa antes de haberse dado este mandato de amor especial entre los cristianos.
Jua 21:23  Este dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría, sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti? 
Es evidente que la palabra «hermanos» empleada aquí es utilizada en la Biblia sólo para creyentes.
Hch 9:17  Fue entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. 
Se consideró a Saulo como «hermano» después que hubo tomado a Cristo como su Salvador.
Hch 21:17  Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo. 
Solamente fueron aquellos compañeros en la fe los que gozosamente recibieron a Pablo y aquellos que estaban con él: éstos eran los «hermanos».
1Co 7:12  Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. 
En este pasaje el hombre es un creyente y por lo tanto un hermano. La esposa no es una creyente y por lo tanto no se la incluye en este término.
Hay tres aspectos prácticos de la hermandad de los creyentes. El primer aspecto práctico es que los hermanos en Cristo deberán ser una ayuda espiritual los unos para con los otros.
Rom 12:10  Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. 
Los cristianos deberán amarse los unos a los otros y deberán preferir la prosperidad de los hermanos más que la prosperidad propia.
1Co 12:26  De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 
Los cristianos deberán padecer con los sufrimientos de otros cristianos y deberán regocijarse cuando otros cristianos tienen alegrías.
Rom 15:30  Pero os ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu, que me ayudéis orando por mí a Dios, 
2Co 1:8  Porque hermanos, no queremos que ignoréis acerca de nuestra tribulación que nos sobrevino en Asia; pues fuimos abrumados sobremanera más allá de nuestras fuerzas, de tal modo que aun perdimos la esperanza de conservar la vida.
2Co 1:11  cooperando también vosotros a favor nuestro con la oración, para que por muchas personas sean dadas gracias a favor nuestro por el don concedido a nosotros por medio de muchos. 
Los cristianos orarán los unos por los otros.
Efe 4:15  sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, 
Efe 4:16  de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en amor.
Así como los cristianos, uno por uno, llegan a ser espiritualmente lo que deben ser, la Iglesia llegará a ser lo que Dios tiene establecido para ella.
Efe 5:21  Someteos unos a otros en el temor de Dios. 
Efe 6:9  Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas. 
En todas las relaciones de la vida, el hecho de ser hermanos en Cristo debe ser el factor predominante entre los cristianos. Esto es cierto entre esposos y esposas, hijos y padres, sirvientes y amos, empleados y empresarios. 
Efe 6:18  orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos; 
Los cristianos oran los unos por los otros y por todos los otros creyentes. La hermandad de los creyentes traspasa los límites de nacionalidad , raza, idioma y ubicación geográfica .
1Ts 5:11  Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Las dos grandes ayudas espirituales que los hermanos en Cristo deben tener los unos para con los otros son las de consolarse y edificarse mutuamente.
Esto último quiere decir ayudar a otros cristianos a ser lo que deben ser espiritualmente.
El segundo aspecto práctico es que los hermanos en Cristo deben ser una ayuda m,aterial los unos para
con los otros.
Hch 11:29  Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea; 
Desde los tempranos días de la Iglesia Cristiana, los cristianos dieron de sus bienes materiales para ayudar a aquellos hermanos en Cristo que tenían menos materialmente.
2Co 8:4  pidiéndonos con muchos ruegos que les concediésemos el privilegio de participar en este servicio para los santos.
Esta es una ilustración sacada de los muchos ejemplos de que habla el Nuevo Testamento, de cristianos dando dinero especialmente para ayudar a las necesidades materiales de otros cristianos.
Rom 12:13  compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 
Rom 12:14  Bendecid a los que os persiguen; bendecid, y no maldigáis. 
Rom 12:15  Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran. 
Una forma de ayuda práctica es la de dar hospitalidad.
1Jn 3:17  Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 
1Jn 3:18  Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad. 
De nada vale hablar del amor cristiano si no ayudamos a nuestros hermanos en Cristo que tienen necesidad material.
Hch 5:4  Reteniéndola, ¿no se te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres, sino a Dios. 
Los cristianos se ayudaron los unos a los otros materialmente, pero lo hicieron voluntariamente.
Cada hombre conservó el derecho de la propiedad privada, aunque empleándolo como una mayordomía
del Señor.
El tercer aspecto práctico es que los hermanos en Cristo deben disfrutar de la comunión y el compañerismo mutuos.
Hch 2:42  Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones. 
Hch 2:46  Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 
Desde los tempranos días de la Iglesia Cristiana, los cristianos mantuvieron mutua comunión diaria.
Efe 4:1  Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, 
Efe 4:2  con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor,
Efe 4:3  solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 
Col 2:1  Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro; 
Col 2:2  para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo, 
Los verdaderos cristianos deberán lograr comunión mutua en amor y paz.
Heb 10:25  no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. 
Es el mandato directo de Nuestro Señor que, después de haber llegado a ser cristianos, debemos reunirnos para la adoración con otros cristianos.
Este no fue dado como algo transitorio para los días tempranos de la Iglesia, sino que deberá continuar aun hasta el día en que Cristo vuelva. Este versículo indica que deberemos tener especial cuidado en cumplir el mandato al aproximarse el tiempo de la segunda venida de Cristo. Si hemos aceptado a Cristo como nuestro Salvador, tenemos la responsabilidad de buscar un grupo de gente de Dios, creyente en la Biblia, y adorar junto con ellos. No simplemente un grupo cualquiera que se llame cristiano sino uno donde la predicación sea verdaderamente bíblica y donde la disciplina sea mantenida tal como lo indica la Biblia, a fin de que el Cuerpo de creyentes sea mantenido libre de ti 1a falsa vida y una falsa doctrina.
Hemos visto anteriormente que la Hermandad de Creyentes traspasa todos los límites de espacio. También cruza todos los limites de tiempo.
Heb 12:22  sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 
Heb 12:23  a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, 
La hermandad de creyentes incluye no sólo a los cristianos que hoy están en la tierra, sino a los cristianos que están en el cielo.