Jesús sana a muchos enfermos 4:38-41

Después de salir de la sinagoga ese día, Jesús fue a la casa de Simón, donde encontró a la suegra de Simón muy enferma, con mucha fiebre. Por favor, sánala, le suplicaron todos.
De pie junto a su cama, Jesús reprendió a la fiebre y la fiebre se fue de la mujer. Ella se levantó de inmediato y les preparó una comida.
Esa tarde, al ponerse el sol, la gente de toda la aldea llevó ante Jesús a sus parientes enfermos. Cualquiera que fuera la enfermedad, el toque de su mano los sanaba a todos.
Muchos estaban poseídos por demonios, los cuales salieron a su orden gritando: ¡Eres el Hijo de Dios!. Pero, como ellos sabían que él era el Mesías, los reprendió y no los dejó hablar.